Un triplete de Cristiano Ronaldo ante un Celta fiel a su estilo pero sin remate guió a una racha histórica a un Real Madrid que fue empujado a jugar al contragolpe pero mantuvo su pegada (3-0), para igualar las 18 victorias consecutivas del Barcelona de Frank Rijkaard.

Rebajando su brillo sin la magia de Isco Alarcón pero manteniendo la eficacia, el Real Madrid extendió la mejor racha de sus rachas para pedir cita con la historia el martes ante el Ludogorets gracias al insaciable Cristiano. El triunfo en una noche gélida ante el Celta dejó la mala noticia en forma de lesión de James Rodríguez. La falta de descanso la acusó su sóleo derecho y su presencia en el Mundial de Clubes queda en el alambre.

LESIÓN DE JAMES El fútbol directo madridista encontró la recompensa en una acción en la que el árbitro consideró penalti un ligero toque de Jonny a Cristiano. El luso se dejó caer cuando vio que no llegaba al balón y no perdonó la pena máxima.

No disparó a puerta el Celta en todo el partido. Su mejor acción la protagonizó un Orellana que jugaba infiltrado por un problema en un hombro. Su derechazo a palo cambiado rozó el poste de la portería de Casillas, que fue un espectador más pese a ver que por momentos dominaba su rival.

Bale tuvo la sentencia pero su zurdazo a bocajarro se encontró la reacción de reflejos de Sergio. Ya nada pudo hacer ante un mal despeje de Cabral. Los errores en el Bernabéu cuestan caros y más si caen en botas de Cristiano. Fue imparable la volea del luso cuando Bale vio un desmarque de Marcelo y el brasileño le puso el balón en bandeja. Los de Ancelotti tienen en su mano extender una racha sin freno.