Cristiano Ronaldo lideró a un Real Madrid con rotaciones ante el Osasuna, con un doblete espectacular por la belleza de sus goles, en un triunfo que cerraron Sergio Ramos y Carvajal (4-0) y que desata la euforia en el madridismo antes de afrontar un duelo que marca la temporada en Múnich.

El portero Andrés Fernández no cesó de realizar intervenciones. La primera no la vio. No se llegaba al minuto 6 cuando Cristiano enganchó un balón caído a la banda izquierda y soltó un latigazo seco, con trayectoria de subida y una caída veloz, que pasó por encima de la cabeza del portero y besó la red. No había mejor comienzo para un Real Madrid que quería realizar el desgaste justo de energías, en el que Ancelotti hizo seis cambios de los once titulares.

Osasuna intentó inquietar a Diego López con un remate en semi chilena de Cejudo, un disparo de Armenteros y varios saques de esquina ante los que respondió con firmeza la zaga blanca, antes de ver cómo un vendaval le pasaba por encima. No le dio tiempo al equipo navarro a ser valiente. De nuevo apareció Cristiano y firmó la sentencia con un golazo de bandera que puso en pie al Bernabéu.

El Bernabéu, rendido a Cristiano que saboreó su momento y ganó confianza para lo que le espera al Madrid en Múnich. Un devorador incansable que se marchó del campo a los 61 minutos. Segundos antes había conseguido Ramos su deseado objetivo. Pase medido de Di María desde el costado derecho y testarazo con todo del capitán. A Osasuna las malas noticias se le acumulaban. Raoul Loé sufrió una lesión y comenzaron a desear que los minutos volasen.

Ancelotti repartió descansos. Tras quitar a Cristiano sentó a Modric y Di María. Isco se mantuvo en el campo y regaló el cuarto con un pase de calidad marca de la casa a Carvajal.