Fue Pitarch el último en llegar a la sede del club poco antes de las 10 de la mañana para dar inicio a un Consejo de Administración donde se iba a hablar de la destitución de Paco Herrera. En las oficinas estaban ya Moisés, Cuartero, Checa y Bruixola y lo cierto es que la decisión estaba más que tomada. Con el agente del entrenador, Iñaki Ibáñez, se había hablado el domingo por la tarde y ya se le dejó claro que al día siguiente iba a tener que venir por Zaragoza. Con Herrera también se había dialogado tras la derrota en Ponferrada y el técnico, que les había dicho que se sentía fuerte también les reconoció que la forma de perder le había dejado tocado y con pocas respuestas. En ese argumento encontró Pitarch la justificación verbal en la reunión posterior en la Ciudad Deportiva con Herrera.

Poco después de las 12 salían primero de las oficinas Moisés y Cuartero en un coche y minutos después lo hacían Pitarch y Bruixola en otro automóvil. La Ciudad Deportiva iba a ser, pues, el escenario de la comunicación oficial del despido. Herrera, que había comenzado la sesión hasta dando ánimos a sus jugadores y que trató de aparentar normalidad, vio llegar a la comitiva, que presenció los últimos minutos del trabajo. Nada más finalizar y cerca de la la una del mediodía llegó la reunión en el vestuario del técnico y allí se le hizo saber, en un cónclave entre los dirigentes, Herrera y sus ayudantes, que esta etapa, la del noveno entrenador de la era de Agapito Iglesias, había llegado a su fin.

Herrera habló después con todos los futbolistas delante de los dirigentes para despedirse por espacio de 10 minutos y después junto a su cuerpo técnico y los empleados del club se marchó de la reunión en el vestuario. 25 minutos de cónclave del grupo con el director general, que después se quedó hablando con el capitán, con Leo Franco, en la puerta del coche del meta argentino. Mientras tanto, Moisés, con Cuartero de espectador, se sentaba a dar unas mínimas explicaciones a los medios.

"Hemos decidido que el míster no va a seguir. Mañana --por hoy-- habrá una rueda de prensa y se darán más detalles", señaló el secretario técnico, sin ni siquiera dar el nombre de Paco Herrera en los dos minutos que estuvo delante de los medios. Bruixola añadió que en esa comparecencia estaría Pitarch y también el ya exentrenador, en este caso para despedirse de la afición y de los medios de comunicación. El preparador catalán tiene varios motivos para en su despedida lanzar alguna andanada o mandar recados porque no han sido pocas las zancadillas en su camino desde el club en estos nueve meses en el banquillo y también no le ha faltado gente que le haya animado a hacerlo, pero su adiós apunta a ser sin rencor público y con discreción para no dañar más al Zaragoza.