Dos tipos se han empeñado en llevar la alegría a una selección, la colombiana, acostumbrada a las desgracias. Antes del Mundial sufrió una, como la pérdida por lesión de Falcao. De uno de los tipos habla todo el mundo. Es James Rodríguez, el pichichi del Mundial, un excelente mediapunta que suma cinco goles y ya está en la agenda de Florentino Pérez. Del otro se habla menos. Es Juan Guillermo Cuadrado, un extremo voraz e imprevisible. Un carrilero explosivo. El alma de Colombia. "Todo el mundo habla de James. Le admiro, es un gran jugador, pero para mí el mejor es Cuadrado. Es más desequilibrante por su gambeta y su cintura. Si le das ventaja, es incontenible", reflexiona el brasileño Fernandinho, que hoy será titular por la sanción de Luiz Gustavo.

Cuadrado es un portento físico. Músculo, potencia, resistencia, fuerza y talento se conjugan en un futbolista letal. Su posición favorita es la de volante, pero en la práctica es un extremo que juega de lateral. Ha participado en casi todos los goles y es el líder de asistencias del torneo (4).