"Tu sitio está en la cocina". Esta es la lindeza que John Cummings, vicepresidente de la Federación de Fútbol de Northumberland, le espetó a Lucy May, una colegiada inglesa de 24 años que ni corta ni perezosa lo denunció por sexista. Y tal contestación le ha valido al mandatario, de 77 años, una dura sanción de la Asociación Inglesa de Fútbol: no podrá desempeñar su cargo durante cuatro meses.

Al parecer, May solicitó arbitrar un partido. "Tu sitio está en la cocina y no en un campo de fútbol. No es nada contra ti pero mientras viva, una mujer nunca arbitrará en mi Liga", le contestó Cummings, que también se quejó de que un árbitro de su competición tuviera que dirigir un partido femenino porque, en su opinión, "no es fútbol de verdad".

El dirigente reconoce haber utilizado exactamente esas palabras, pero considera el castigo desproporcionado, teniendo en cuenta la cantidad de incidentes que se producen a diario en el fútbol y que solo reciben toques de atención. "Solo quiero un castigo justo", ha declarado Cummings, que recuerda que David Elleray, exárbitro y actual presidente del comité de arbitraje, solo recibió una amonestación por unas declaraciones racistas.