La puesta en escena de la continuidad de Víctor tanbién vino acompañada de una clara declaración de intenciones por el entrenador y por el director deportivo, Lalo Arantegui, del absoluto compromiso por trabajar en equipo en la confección de la plantilla. Víctor va a tener voz y voto en esa planificación, en la búsqueda de perfiles de jugadores necesarios, y Lalo trazará las líneas generales. Con todo, la relación de fuerzas entre el banquillo y la dirección deportiva está más igualada que con anteriores técnicos.

Por eso era necesaria esa puesta en escena, que inició Lalo: «Quería transmitirte Víctor mi felicidad a nivel personal por la continuidad en el proyecto. No existe mejor persona y entrenador para liderarlo. Estoy seguro de que podremos conseguir los objetivos y estoy muy contento y agradecido a nivel personal», sentenció el director deportivo, en una presentación dotada de un mayor envoltorio de declaración de confianza mutua que cualquier otra.

Y Víctor, que reclamó esa capacidad de decisión en el proyecto cuando habló de su posible continuidad antes de jugar en Málaga, también tenía muy preparada la respuesta. «Sabía que esa pregunta provoca una gran inquietud en la ciudad. Cada uno tiene su parcela y su cometido pero siempre ven más cuatro ojos que dos. Se va a consensuar y con el consenso siempre es más fácil llegar a esos puntos de acuerdo y después de convencimiento. Esa labor de equipo es fundamental, porque la dirección deportiva hace un trabajo de búsqueda encomiable, porque Lalo tiene que arañar de las piedras».

Con dos jornadas por delante, Víctor no quiso dar muchas pinceladas del Zaragoza que quiere en la plantilla, donde Lalo sí desea una continuidad de un 80% que quizás la economía no permita. «No es el momento de hablar de eso. En la nueva plantilla tenemos que cambiar brutalmente la estructura física del equipo. Hay que ir por otro camino claramente para tener un equilibrio que nos permita competir con la máximas garantías, pero no vamos a abandonar la idea de buscar jugadores con buen pie y estos meses hemos demostrado tener un fútbol brillante. Pero necesitamos otras cosas para dar ese salto cualitativo de competir con los mejores», explicó

Así, con esa necesidad de mejorar el déficit físico que Víctor ha visto en este curso parte el nuevo Zaragoza, en el que «no voy a hablar de una revolución. Hay que hacer una evolución más agresiva en nuestra idea de juego y una reconstrucción del grupo con incorporaciones», ahondó, admitiendo que la configuración definitiva de la plantilla no llegará hasta agosto, hasta el final del mercado: «Y hay que tener paciencia. Yo no me sé manejar en este mercado. Como entrenador, me gustaría tener ya la plantilla en la primera semana de trabajo, pero sé que no va a ser así, porque en Segunda hay unos tiempos que son fundamentales, jugadores que quieren mirar antes a Primera y hay que esperarles».

FICHAJES DESCONOCIDOS

A los que no hay que esperar es a Bikoro (Teruel), Mingotes (Ejea) y Etinof (Stade Laval), que ya están fichados. «No los conozco, para qué nos vamos a engañar, los conoceré en pretemporada y sacaré las conclusiones. Sé sus características más importantes. Al llegar en diciembre dije que mi trabajo era tratar de salir de una situación crítica y mi intención era no participar en el futuro. La dirección deportiva tenía que trabajar y eso es lo que ha hecho», concluyó. Con todo, Bikoro y Mingotes, sobre todo este, apuntan a una salida en forma de cesión.