«Más que en el playoff, me centraría en quedar entre los once primeros y ganar el derecho a estar en Europa el año que viene». Lo dijo el domingo Porfirio Fisac y lo piensa el Basket Zaragoza desde hace días. Jugar de nuevo en competición europea es el impulso que busca el club en un futuro cercano como regenerador de ilusiones y también como posible inyección económica. Para lograrlo, como también apuntaba Fisac, el equipo tiene que intentar quedar entre los once primeros clasificados y solicitar la participación en la Champions League. Con la nueva competición de la FIBA han aumentado el número de plazas europeas en la Liga Endesa y, también, la cuantía de los premios en todas las competiciones.

Para la temporada 2019-20 habrá cuatro equipos españoles en Euroliga, los tres que tienen licencia (Real Madrid, Barcelona y Baskonia) y un cuarto que será o bien el Valencia como campeón de la Eurocup (juega la final frente al Alba Berlín) o bien el mejor clasificado de la fase regular que no sea ninguno de los tres con licencia. En Eurocup, la ACB tiene tres plazas, en principio para los tres mejores clasificados de la fase regular que no entren en Euroliga, aunque puede haber renuncias. El Iberostar Tenerife, por ejemplo, prefirió jugar la Champions League aunque tenía plaza para la Eurocup.

Todavía no se sabe cuántas plazas tendrá España para el nuevo torneo que organiza la FIBA. Esta campaña fueron cuatro, dos entraron de manera directa a la fase regular (Tenerife y Fuenlabrada) y otros dos a la fase previa (Murcia y Estudiantes, que no la superó). La Champions League la disputan 32 clubs en su fase regular, aunque pueden inscribirse un máximo de 56 equipos. De la fase previa acceden ocho.

Las principales diferencias entre competiciones son dos. Una, que mientras ni la Euroliga ni la Eurocup obligan a tener jugadores locales, la Champions League sí establece la obligatoriedad de contar con cinco cupos en la plantilla. En la ACB son cuatro. La segunda se refiere a los premios económicos que perciben los participantes y que ha hecho tan atractiva a la Champions y ha obligado a la Euroliga (que organiza las otras dos) a ampliar sus emolumentos. Esta temporada los 16 equipos que se han quedado en la fase regular han percibido 50.000 euros. Los ocho que no pasaron de la ronda de 16, 70.000 euros. Los cuatro que están en cuartos de final, 100.000 euros. En la final a cuatro, el cuarto se llevará 140.000 euros, el tercero 200.000 euros, el subcampeón 400.000 euros y el primero, 1.000.000 de euros. En total la Champions reparte 3.500.000 euros en premios. Por supuesto, no son ganancias netas, puesto que los clubs deben costearse los viajes y los gastos que supone organizar cada partido como local, pero ser campeón resulta muy rentable.

La comparación

En la Eurocup se están pagando estos últimos años 10.000 euros por la fase regular, 20.000 por entrar en el top 16, 30.000 por llegar a cuartos, 50.000 por acceder a semifinales, 100.000 para los dos finalistas y 100.000 más para el campeón. Por ejemplo, el Unicaja se embolsó 310.000 euros por conqustarla en el 2017. Además, la Eurocup vendió los derechos televisivos conjuntos a IMG, de lo que llega a los clubs 290.000 euros para cada uno.

Por comparar, en la Euroliga cada participante se lleva un fijo de 200.000 euros por participar a los que se suman 37.000 euros por partido ganado, que se convierten en 70.000 euros por cada victoria a partir de cuartos de final. El campeón se lleva un millón de euros, el finalista medio millón, el tercero 300.000 euros y, el cuarto, 150.000 euros. En este caso el acuerdo con IMG por los derechos televisivos es de 36 millones a repartir entre los clubs cada temporada.