Estaba claro que, con Víctor Fernández, el balón iba a ser sagrado. Así lo impone el manual de estilo y la forma de entender el fútbol del técnico aragonés, que nada más llegar pregonó a los cuatro vientos su declaración de intenciones. El Zaragoza tenía que ser protagonista con el balón. Y así ha sido. Desde su llegada, solo en uno de los doce partidos disputados el equipo aragonés no superó a su rival en posesión. Tanto en casa como fuera. Únicamente el Oviedo -que cayó 2-0 en La Romareda- tuvo más el esférico que los aragoneses, pero el desequilibrio fue casi inexistente (51% de posesión para los asturianos por 49% del Zaragoza).

En el resto, el cuadro blanquillo ha tomado siempre el control, aunque eso no han sido siempre buenas noticias. De hecho, el partido con más posesión de la era Víctor fue el disputado ante el Almería y el Zaragoza perdió (1-2). Entonces, el equipo aragonés tuvo, según vintage stats un 69% de posesión, un porcentaje casi idéntico (67%) al que registró frente al Málaga en la otra derrota sufrida en casa con Víctor en el banquillo (0-2). Ante el Extremadura (66%), en cambio, ese dominio sí se tradujo en victoria (2-1).

Pero todos esos duelos tienen en común que fue el rival quien se adelantó en el marcador, lo que obligó al Zaragoza a estirarse en busca de la remontada. En los triunfos caseros frente a Oviedo (2-0) y Elche (1-0) el índice de posesión fue menor (49% y 54%, respectivamente), mientras que ante el Albacete (0-0), este subió al 56%.

Fuera de casa, sin embargo, el Zaragoza de Víctor nunca ha conseguido traducir ese mayor porcentaje de posesión en un gol que le diera ventaja en el marcador. El tempranero tanto del Granada le obligó a tener más el balón (59%), aunque sin éxito. El porcentaje rondó el 56% tanto en Lugo como en Gijón, donde el Zaragoza ha logrado sus dos victorias fuera de casa con Víctor, pero en ambas ocasiones tuvo que remontar. En Las Palmas (58%) y Majadahonda (56%), se quedó en empate tras volver a encajar antes.

Fuera de casa, el Zaragoza es el segundo equipo con mayor posesión (53,83%) a lo largo de la temporada. Solo por detrás del Rayo Majadahonda (54,85%), aunque el cuadro aragonés es uno de los que menos modifica su estilo en función de dónde juegue, ya que solo el Numancia tiene más posesión en casa (54,7%).

Esa incapacidad mostrada hasta ahora de cara a aprovechar ese dominio para adelantarse en el marcador volverá a estar a examen el lunes en el feudo de un equipo que, precisamente, basa su éxito en todo lo contrario. El Mallorca es el cuarto equipo que menos quiere el balón (46,8%) y el quinto en casa. En cambio, el cuadro balear es el segundo local más fuerte, con 33 puntos. Solo Osasuna ha sumado más (41).