Sobran las excusas y faltan las victorias. Para nivelar esta decompensación el CAI Zaragoza tiene delante de sí un partido de esos en los que tiene poco que ganar y mucho que perder. Llega el Calpe, un pez chico, el colista, novato en la categoría, inexperto para lidiar ente una platea de 10.000 gritos... se presagia una victoria cómoda en el horizonte, calcado sobre el que llegó el Algeciras y el Melilla. Para echarse a temblar. Evitar esta secuela del drama imprevisto y espantar la resurrección de la crisis es la doble misión de hoy para un CAI que dejó escapar en Ourense parte del crédito que se había ganado tras levantar la cabeza del barro con tres triunfos consecutivos. Recuperar esta imagen de equipo campeón, la que se le antoja por todo, pasa por aplastar al Calpe y dejar un regusto de esperanza en el corazón del Príncipe Felipe.

La plantilla se involucra en una filosofía a corto plazo y aparta a un lado la exigencia del ascenso. Esta presente, pero no sobre sus cabezas en cada segundo. Para liberar la presión se habla del día a día. Carpe diem . Esta evasión es lógica y prudente, pero no puede esconder el desfase de cinco victorias que ha almacenado el Fuenlabrada, el líder, un aspirante al ascenso que sí ha dado la talla. Recortar esta diferencia y entrar en la zona playoff es la exigencia diaria de un equipo que quiere que lo de Ourense sea sólo un lapsus de mal gusto.

UNA FORMULA INFALIBLE El equipo deberá descargar la tensión de una posible derrota, ser constante y no dejarse arrastrar por el ritmo cansino del Calpe, jugar como sabe desde el primer minuto al último y funcionar como un verdadero equipo en ambos lados, para atacar y, sobre todo, para defender. Esta fórmula resultaría infalible si esta Liga no estuviera encerrada en el manicomio. La locura de la LEB hace que cualquier apuesta sea una ruleta rusa. Que se lo digan al Murcia, otro gigante, al que el Calpe le endosó una victoria a base de tesón y confianza (80-84).

El espíritu batallador es la única salida que tendrán los alicantinos si encuentran a un CAI indeciso y complaciente. Recién ascendidos, son en la actualidad últimos con sólo tres victorias y derrotas casi siempre abultadas. Fuera sorprendieron al Murcia y en casa doblegaron al Plasencia (64-58) y La Palma (77-58). En la actualidad encadena dos serias derrotas en Menorca (98-64) y ante Los Barrios (77-98).

La mano de la directiva del Calpe tiembla ante el peligro de descenso y ya son varias sus víctimas. El veterano base Jesús Lázaro (suplente de Chichi Creus en el TDK) rescindió su contrato en la tercera jornada y Zeb Cope y Andre Howard fueron cortados y en su lugar llegaron dos conocidos : Silas Mills, alero americano que ayudó al Granada a subir a la ACB, y Ezequiel Dentís, pívot argentino que estuvo en la órbita del CAI que no está rindiendo al nivel esperado (2,5 puntos). El quinteto titular está formado por el base murciano Eduardo Sánchez (10 puntos y 50% de tres), compañero de Cilla en el proyecto del Helios Hispanocobyr, Constantino Ivars (5 puntos), Mills (15 puntos y 6 rebotes) y la pareja interior formada por Isma Torres (9 puntos y 7 rebotes) y Virgil (17 puntos). Además, el Calpe es un equipo con poca puntería desde el exterior (34% de tres y 43% general), con problemas en el rebote (con 347 es el peor de la Liga), pero seguro a la hora de perder balones (con 155 es el mejor en la LEB). Una perita en dulce...