El interminable culebrón del fichaje de José María Movilla por el Real Zaragoza sumó ayer un largo y pesado capítulo más a una negociación que amenaza con eternizarse. El club aragonés, a través de su director general, Jerónimo Suarez, estuvo durante toda la jornada en contacto telefónico con el Atlético de Madrid sin que ninguna de las partes cediera en sus pretensiones. La oferta económica zaragocista por el jugador choca todavía con las deseos de los rojiblancos, que exigen más de dos millones de euros por el traspaso de los derechos federativos del futbolista, cantidad que no está dispuesta a aumentar la entidad que preside Alfonso Soláns.

NO JUGARA LA INTERTOTO El pulso, en el que también entra la cesión de Javi Moreno, continuará durante el día de hoy, pero resulta una temeridad atreverse a decir cuándo acabará. Lo que seguro es que Movilla no jugará el sábado el partido de vuelta de la la Intertoto ante el Zlin checo, una posibilidad que hubiera abortado de cuajo la negociación al impedir al mediocentro el poder participar con el Real Zaragoza en la Copa de la UEFA. Una nueva revisión médica certificó que El Pelado continúa con la inflamación en el abductor que le dejó fuera de la convocatoria en la primera cita y que provocó no pocas suspicacias en el seno del Atlético.

La jornada de hoy promete ser también dura. Movilla y el Real Zaragoza ya tienen cerrado su acuerdo, y Javi Moreno, quien sí jugó y marcó contra el Zlin, ha manifestado sus simpatías por recalar en el conjunto aragonés. El mayor problema reside en esos dos millones de euros, escasos para el Atlético y suficientes para el club aragonés. La búsqueda de alternativas está sobre la mesa. Los contactos telefónicos seguirán para limar las diferencias hasta que alguien dé el brazo a torcer o se corte la comunicación.