"No hay favoritos, no los ha habido en todo el playoff y mucho menos en un duelo directo y tan igualado como el CAI-Granada. Se enfrentan dos claros favoritos al ascenso, dos equipos que desde un principio tenían bien claro que su único objetivo era llegar a la ACB. Mantener la calma y ganar a la ansiedad puede ser la clave. Ante una serie de partidos tan igualados, controlar los nervios será necesario, aún más en una serie que será larga. El termómetro del Granada es Nacho Ordín. Si él está bien, el equipo le acompaña. Si está mal, sufren. Aun así, los dos equipos tienen plantillas muy amplias y cualquiera puede hacerlo bien. En el CAI, Otis es muy desequilibrante, pero puede aparecer cualquiera, como en el quinto partido en Plasencia lo hicieron Ciorciari y Oscar González. Para mi gusto, el CAI se ve beneficiado por no haber tenido que parar y estar con un mayor ritmo de competición".