Once puntos consecutivos del escolta Stephen Curry en el arranque de la segunda mitad certificaron el cómodo y esperado pase de Estados Unidos a los cuartos de final del Mundial y apuntillaron a México (86-63), que solo aguantó el tipo en la primera parte. Los hombres de Sergio Valdeolmillos, conscientes de que su objetivo en la competición --superar la fase de grupos-- ya estaba cumplido, bajaron los brazos después del descanso, cuando el ritmo de Estados Unidos empezó a ser demoledor.

Aun así, no fue ni mucho menos el mejor partido del equipo que dirige Mike Krzyzewski. Sabedor de su sobrada superioridad, jugó al tran tran desde el salto inicial y eso le bastó para abrir una primera brecha en el marcador (13-2, min.4) y dejarse llevar por la inercia. Sin embargo, lo que prometía ser un festival de los chicos de la NBA solo se quedó en una declaración de intenciones, pues las jugadas espectaculares esta vez solo pudieron verse, y con cuenta gotas, en la fase defensiva.

Y eso que entre Ramos y Jorge Gutiérrez endosaron un parcial de 0-7 a Estados Unidos, pero el choque se equilibró pronto (13-9, min.6). Solo el acierto en los triples de Curry y el dominio en los tableros de Faried devolvieron el colchón de diez puntos al conjunto estadounidense (23-13) al final del primer cuarto. No mejoraron los de Krzyzewski en el segundo período. México igualó la batalla por el rebote, ajustó su defensa zonal y Estados Unidos se atascó en ataque. Solo el estrafalario Harden parecía inspirado en el aro contrario, mientras el otro conjunto norteamericano de la competición encontraba un filón en Ayón, autor de diez puntos en este segundo cuarto.

Un triple del pívot mexicano dejaba el 42-27 en el electrónico justo antes de llegar al descanso. Pero entonces apareció Curry, que ya había avisado con tres triples en los dos primeros actos. Anotó otros tres tiros desde la línea de 6,75 y una canasta de dos, de forma consecutiva, para dejar el partido totalmente sentenciado en el ecuador de la tercera manga (55-30). A partir de ahí, el choque dejó de tener historia, si lo había tenido en algún momento. Solo Ayón y Jorge Gutiérrez, los mejores hombres de su equipo, intentaron mantener en pie al combinado mexicano, que acabó el tercer cuarto 28 abajo (66-38).

Cuando Estados Unidos logró la máxima ventaja de todo el partido al inicio del último período (75-38, min.32) quitó definitivamente el pie del acelerador y dejó que México, y sobre todo Ayón (25 puntos y 8 rebotes), maquillara sus estadísticas.

Al final, los chicos USA dejaron que sus vecinos se llevaran el cuarto período, dejándoles anotar nada menos que 25 puntos, para acabar el partido con el definitivo 86-63, un marcador mucho menos doloroso que el que había reflejado el electrónico del Sant Jordi ocho minutos antes. Krzyzewski destacó la solidez en defensa de su equipo. "Nos hemos medido a un buen equipo, con un gran Gustavo Ayón y jugadores muy combativos, pero nuestra defensa les ha frenado y ha sido clave para nuestra victoria", destacó.

El técnico alabó también la actuación de los pívots DeMarcus Cousins y Anthony Davis. "Han estado a un gran nivel de sacrificio y, si bien nos cuesta adaptarnos a las normas FIBA, las vamos asimilando rápidamente, pero repito que nuestro juego debe cimentarse en una sólida y disciplinada defensa", dijo el seleccionador de EEUU, que enfila ya los cuartos con España siempre en la cabeza.