El Palacio de los Deportes acogió en la tarde de ayer el mejor atletismo. La jornada fue una sucesión de emociones, alegrías, dramatismo y, sobre todo, records. El V Gran Premio Vodafone de Zaragoza fue una lluvia de plusmarcas. La reina del mitin fue la malagueña Dana Cervantes, que dio un mordisco de seis centímetros a su plusmarca nacional de pértiga para dejarla en 4,46.

Fueron tres horas en las que el público pudo disfrutar con un gran espectáculo. No se recuerda desde hace muchos años que las gradas del Palacio de los Deportes estuvieran a reventar. El huevo fue una hoya a presión desde las cinco de la tarde hasta las ocho y media, que fue cuando el eléctrico Antonio Jiménez Pentinel puso la guinda al mejor mitin bajo techo que se recuerda en la capital aragonesa.

Ni la mejor novela podía tener un final tan increíble. ¡"Apareció el Dios volador"!, gritaba emocionado Gerardo Cebrián, el locutor de la tarde, cuando llegaba en cabeza de los 1.500 metros El Penti . El campeón de Europa de 3.000 obstáculos decidió a última hora correr en el 1.500 en vez del 3.000: "He salido de una gripe y prefería dar menos vueltas". Pentinel sacó su instinto asesino y en los 100 metros finales pasó a cuatro rivales para lograr el triunfo.

Pero la atleta que se llevó todos los aplausos fue la andaluza Dana Cervantes. No hubo duelo entre Cervantes y Agirre, puesto que la donostiarra se quedó en los 4,31. Cervantes estaba inspirada y contaba con la ayuda de un público caliente.

GRAN CONCURSO Hizo un concurso inmaculado hasta los 4,41. Pasó esta altura con suficiencia en su primera intentona y afrontó los 4,46. Pero derribó por poco en los dos primeros saltos. A la tercera vencía al listón. Dana saltaba de alegría, ponía la mano izquierda en su pecho y se agachaba saludando a la afición. "El récord ha sido el premio al público. El saltadero de Zaragoza es muy bueno. Espero alcanzar pronto los 4,50", dijo. Cervantes ha batido la plusmarca este invierno cinco veces.

A la vejez viruelas. Cerca de cumplir los 32 años y con muchas guerras en sus piernas, Carlos Berlanga triunfaba en su casa. El heliófilo ganaba los 60 lisos y obtenía la mínima para el Mundial de Budapest (6.74). "No estoy contento y podía haber estado por debajo de 6.70", señaló, para después afirmar que "he vuelto a vivir a Zaragoza. Le dedico la marca a Javier Navarro, mi entrenador, mi familia y mi novia".

La gran decepción de la tarde fue Yago Lamela. El año pasado cortó las dos orejas y el rabo. Este año salió del palacio en silencio. No pudo hacer más que dos saltos válidos y el primero fue el mejor con 8,04. Ruth Beitia no pasó de discreta en altura con 1,90. La de cal la dio el leonés Manuel Martínez. "Me he quedado sorprendido, puesto que esta mañana cogí un gripazo". Martínez logró la segunda mejor marca mundial del año en peso con 20,78 y realizó un concurso muy regular.

Hubo otras dos anecdóticas mejores marcas mundiales del año en los 3.000 lisos. Marta Domínguez volvió a cumplir la tradición y con la ayuda de la rumana Grosu bajó de los nueve minutos (8.55.90). La turolense Carmen Félix hizo marca personal (9.30.03). En la categoría masculina, Juan Carlos Higuero siguió el ritmo de crucero de las liebres, se puso en cabeza en la última vuelta y batió al esprint a Sergio Gallardo, realizando la mínima mundialista (7.51.56). El zaragozano Roberto García estuvo bravo y fue tercero rozando la marca mundialista.

Felipe Vivancos tuvo una buena tarde y correrá en Budapest al ganar las vallas con 7.71. Glory Alozie no se empleó a fondo y venció en la misma prueba con 8.04 y Pere Joseph hizo récord de España júnior en triple (15,89). Por último, destacar las grandes marcas de dos aragoneses: Javier Gazol en pértiga (5,51 y mejor marca nacional del año) y la mejor marca nacional juvenil de Aitor Martín en 400 con 48.44.