Dani Moreno es un escalador completo. En sus inicios su punto fuerte era la competición de escalada deportiva. Pero el darocense ha alcanzado su madurez y ahora realiza escalada de grandes paredes por las montañas de todo el mundo. En la pasada primavera viajó a las montañas colombianas del Cocoy y abrió una ruta de primer orden mundial con una grave lesión en el tobillo.

Junto a los catalanes Toti Vales y Edu Marín y el venezolano Marco Juves conquistó la pared de arenisca del Ritacuba Blanco, una montaña de 5.300 metros de altura con una ruta de 900 metros.

En el verano regresó a sus queridas Tres Cimas de Lavaredo, las montañas situadas en el macizo italiano de los Dolomitas. En un primer viaje con Alejandro Gimeno firmó el pasado 25 de julio la ruta Bella Vista en la Cima Oeste. Después regresó con Dani Fuertes. Escalaron en la Cima Grande la ruta Camellito Pellisier y en la Cima Oeste la vía Akur.

Cecilia Buil volvió a la montaña de sus primeras grandes conquistas en los finales de la década de los noventa. Junto a Sergio Almada escalaron El Gigante, la pared más complicada de la sierra mexicana de Tarahumara, ubicada en el estado de Chihuahua. Ambos estuvieron colgados de la pared de 895 metros un total de 11 días.

El rocódromo Dock39 de Puerto Venecia fue en centro de atención con la disputa de la primera prueba de la Copa de España de Escalada y el Campeonato de España de escalada en bloque. Allí brilló con luz propia la venezolana de Peña Guara Eilleen Jubes, dominadora nacional de la especialidad y mejor deportista femenina de la territorial, que cumplió sus Bodas de Oro. Por otro lado, la prestigiosos Manu Córdova y Javi Bueno tomaron las riendas del Centro de Tecnificación de Alpinismo de la Federación Aragonesa.