--Cuando firmó por el Zaragoza no se imaginaría luchando por no descender...

--No. No hay que engañarse. Ha sido una decepción. Las miras desde el primer día eran otras, pero, por los motivos que sea, la realidad ha sido esta y había que salvar la situación como fuera. Hubiera sido una catástrofe descender a Segunda B.

--¿Al jugador le entra miedo?

--Miedo te entra siempre que estás en una situación complicada. Al final se han conseguido los puntos necesarios para no meternos en una jornada tan complicada como fue la última. Hay equipos que han perdido la categoría en instantes.

--Todo el ruido extradeportivo les habrá afectado...

--Hombre, siempre afecta, como a cualquier persona que tiene problemas en su trabajo. Son cosas negativas que van pesando. Pero nosotros nos preocupamos del análisis deportivo, ahí hemos fallado nosotros.

--¿Alguna vez había vivido una situación así, con tantos problemas institucionales?

--No, ni de cerca. Primero, un descenso a Segunda, que es algo gordo para una entidad como el Zaragoza, con una afición tan grande como la que tenemos. A eso se suman los problemas institucionales y la gente, que no está contenta con la forma en que se hacen las cosas. Y luego, ahí en medio, estamos los jugadores.

--Están en medio, pero, ¿les informan de lo que pasa alrededor?

--Somos los últimos en enterarnos. Es difícil, sobre todo para la gente joven, que está empezando... Espero que no se vuelva a repetir esta situación, porque el Zaragoza es un club grandioso como pocos y eso se nota en la ciudad y en la masa social que tiene y hay que aprovecharlo.

--¿Les dijeron los empresarios algo importante en Alcorcón, antes del último partido de Liga?

--Nada. Hubo una presentación y ya está. Era un día poco apropiado. Aunque no nos jugásemos nada, era un partido oficial.

--El club aún les debe la ficha. ¿Confían en cobrarla?

--Queremos confiar en que nos van a dar una solución. Es difícil estar tranquilo. Estamos pendientes de saber qué es lo que va a pasar con el club, con nosotros, de si hay proyecto, de si no lo hay... Como no sabes nada, estás pendiente de que los medios de comunicación digan algo y así tener algo de luz en este túnel tan oscuro.

--Personalmente, apenas ha jugado desde que llegó Víctor.

--He jugado 24 o 25 partidos, me he encontrado súper a gusto y he cumplido el sueño de jugar en un club tan grande como el Zaragoza, pero es verdad que no ha sido el final de temporada que deseaba. He intentado ser un profesional y ante eso no puedo decir nada más.

--Acaba contrato esta temporada. ¿Qué planes tiene?

--Hasta el 30 de junio soy jugador del Zaragoza y me encantaría seguir siéndolo la próxima temporada, pero estoy como casi todos mis compañeros, tengan contrato o no: esperando a ver qué pasa. No sabemos quién es la persona que debe hablar con nosotros.

--¿No ha escarmentado con todo lo que ha pasado este año?

--Ya he vivido mucho y puedo sobrevivir a todo este tipo de cosas negativas. Valoro mucho estar en en el Zaragoza; no es jugar en cualquier sitio, por muchos problemas que haya.

--Parece que Víctor seguirá y con él no le ha ido bien...

--Sé que no he participado mucho con el míster, pero en el mundo del fútbol lo que hoy es blanco, mañana es negro.

--¿Le molestó salir solo tres minutos ante el Alcorcón?

--Nunca me había pasado. Me llevo la experiencia de haber jugado tres minutos en el campo del Alcorcón (ríe). Lo miro así, porque de otra manera no se puede mirar.