David Marín (Madrid, 1971) toma las riendas del proyecto del Fútbol Emotion después de una temporada complicada y de transición para el club de Primera.

-¿Ha podido tener ya su primera toma de contacto con Zaragoza?

-Salí de Kuwait cuando ya se había suspendido la Liga y aún no he podido conocer Zaragoza. De momento estoy en Madrid, salgo con los niños a dar un paseo e intento no vivir muy asfixiado. La situación, al menos aquí, es un poco extraña pero hay que adaptarse e ir recuperando la normalidad. Parece que ha pasado lo peor, da la impresión de que se va abriendo un poco todo y vamos tendiendo a la normalidad.

-¿Por qué ha elegido el proyecto del Fútbol Emotion?

-En mis inicios como entrenador hablé en un par de ocasiones con el presidente, José Ramón Moreno, y ya hubo algún rumor el verano pasado. Ahora quieren darle otro aire al proyecto, conversamos y acordamos un contrato que ha cristalizado. Por tanto, desde este momento, adaptándome a la realidad del equipo, estoy contento de volver a España y a Zaragoza, que es una plaza histórica del fútbol sala. Siempre o casi siempre ha estado en Primera División y creo que se puede hacer un buen trabajo.

-Le avala una larga experiencia como jugador y entrenador, ¿qué fútbol le gusta practicar?

-El entrenador donde tiene más responsabilidad es en la faceta defensiva, al fin y al cabo, ofensivamente debes adaptarte a los jugadores que tienes. Lógicamente, desde que estuve en la selección practico el buen trato de balón, la agresividad en defensa y, a partir de ahí, montar el ataque. El hecho de tener un juego de ataque vistoso, que la gente pueda venir a vernos y se divierta es posible, pero siempre pasando por los resultados, que son la vara de medir de todo.

-¿Qué cambios se verán en el equipo la próxima campaña?

-Cada uno tiene sus métodos, yo estoy acostumbrado a la máxima dedicación y la confianza en el trabajo diario. Esto es lo mismo en todos los lados, la pista paga lo que vas trabajando durante la semana. Sobre todo enfocarnos en ir conformando el equipo y en ser realmente competitivos. A partir de ahí, veremos de lo que somos capaces.

-¿Cuando cree que podrá contar con la plantilla al completo?

-El plantel va bien pero aún no está cerrado del todo. Una vez que tengamos eso, esperaremos las noticias de la Federación para saber cuándo podemos volver a entrenar. Nos ha llegado que podría ser a mediados de septiembre o principios de octubre, pero bueno, en agosto, siendo optimistas, se podría empezar con la pretemporada.

-A su lado estará Jorge Palos, un hombre de la casa. ¿Habrá una apuesta por la juventud?

-Tengo muy buenas referencias de él, conoce la cantera desde la base, así que siempre será más fácil que podamos incorporar jugadores del juvenil y del filial a los entrenamientos del primer equipo e incluso debutar. Esto dependerá de lo que vayan sumando pero con Jorge tenemos un conocedor de la cantera zaragozana y será importante de cara a corto o medio plazo.

-¿Cómo afronta la crisis el fútbol sala?

-Lógicamente nos va a afectar a todos y el fútbol sala sabrá sobrevivir, cuando hay una crisis, los más afectados son los deportes que menos fuerza tienen. El fútbol o el baloncesto, con estructuras más asentadas, sufren menos. En situaciones económicas adversas, hay que adaptarse a presupuestos más ajustados. Parece ser que vamos a depender un poco más de los clubs de fútbol y tendrán que echarnos una mano. El sala tiene una gran trayectoria en España, en los últimos 25 años hemos estado en la élite mundial y espero que siga evolucionando como hasta ahora.

-¿Le gusta desconectar o vive por y para el fútbol?

-La desconexión es tan importante como la concentración. Hay mucha carga emocional en el deporte y es importante salir del entorno. Practico fútbol sala, aunque no es lo más recomendable después de la retirada. El pádel es menos de contacto y más entretenido, también veo cine, series, música. Lo normal.