David Navarro, nuevo entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca, dio a conocer ayer en su presentación el plan de trabajo que piensa implantar en el intento de conseguir el objetivo de subir a Segunda División. "Hay poco tiempo y por tanto me voy a tener que adaptar yo más a los jugadores que ellos a mí hasta el final de temporada".

El nuevo entrenador reconoció que le hace ilusión entrenar al equipo azulgrana porque "al Huesca no se le puede decir que no" y porque hay "muchísimos entrenadores que querrían haber venido aquí".

A falta de ocho jornadas para finalizar la temporada, el técnico zaragozano insistió en que va a cambiar "pocas cosas. No hay tiempo para conceptos nuevos, sólo para afinar algunas cosas". También analizó que los componentes de la plantilla azulgrana, "en la calidad y en lo físico están bien, pero moralmente no lo están porque la clasificación no es buena".

El nuevo entrenador azulgrana comparó la situación de su equipo con un partido en el que "empezamos con un 0-2 y hubiera que darle la vuelta al marcador. La escalada que hay que hacer es alta pero iremos escalón a escalón", dijo Navarro, que ve posible que el Huesca, que ahora es noveno a seis puntos de la promoción de ascenso, consiga su objetivo. "Lo veo posible, pero es difícil. Debemos ser un equipo incómodo y agresivo, y tenemos que aprovechar las bandas".