Todo ganado. Y todo por ganar. Han jugado todos, excepto Douglas, Vermaelen, Suárez y Masip. Y todos lo han hecho de maravilla. Y con todos ha ganado. Venían de perderlo todo y ahora mandan en todas partes. La metamorfosis ha sido tremenda y parece que las piezas le empiezan a encajar a Luis Enrique, que hoy visita al Málaga (22.00 h) en La Rosaleda.

Hasta aquel que parecía desaparecido (Messi) ha resucitado y, como dios que es, aparece en todas partes, repartiendo bendiciones, asistencias, sonrisas, abrazos, liderando, creando, marcando maravillosos goles y regalándolos. Luis Enrique no se regodea, no obstante. "Esto solo acaba de empezar. Estamos ahí, hemos ganado, pero no nos engañamos, no somos ciegos, vemos incluso aquellos errores que no nos penalizan pero debemos corregir".

Y habla de todo. De Piqué, con el que dice tener "una química maravillosa"; de Leo Messi, que seguirá tirando los penaltis; de Neymar, de Busquets... De todos menos de Casillas. "No hablo de eso, hay tantos intereses escondidos por ahí...".