En su retorno a su campo de El Alcoraz, el Huesca volvió a ofrecer más sombras que luces, ya que hizo prevalecer el carácter defensivo, jugando con tan sólo un delantero durante todo el encuentro.

La primera parte tuvo un juego bastante trabado debido al planteamiento del Huesca, que acumuló muchos jugadores en el centro del terreno de juego dejando tan sólo en punta a Barbarín, a pesar de jugar en casa, por lo que el juego resultó muy lento.

El Benidorm, bien posicionado sobre el terreno de juego y jugando con un esquema 4-4-2, plantó cara al equipo local aunque solamente algunas acciones aisladas de calidad de ambos equipos hicieron que el juego saliera de su lentitud con un par de ocasiones de marcar por bando. En el minuto 7, el local Rodri empalmó un balón que se fue alto, mientras que tres minutos después Toño envió el esférico al larguero.

Las oportunidades más claras llegaron en el tramo final de este periodo. En el minuto 42, de nuevo Toño no supo batir al guardameta oscense Bernardo con todo a su favor, mientras que por los locales también Rodri, que realizó una gran jugada, no supo culminar en gol ya que su remate salió rozando el poste de la portería del conjunto alicantino.

MINUTO FATIDICO Tras el descanso, el encuentro continuó con la misma tónica. Pero en un minuto fatídico el Huesca echó por tierra todo el trabajo anterior. Se produjo un córner sobre la meta azulgrana, y tras el saque de esquina se produjo un agarrón que fue señalado como penalti, que supuso el tanto de la victoria visitante. Además, y a causa de sus protestas al colegiado, fue expulsado Rodri.

A partir de ese momento, Angel Chamarro realizó cambios que no dieron el resultado apetecido. Por su parte, el Benidorm supo jugar de una manera más reposada, más asentado y sin arriesgar, lo que le hizo conservar su renta hasta el pitido final.