El sistema de clasificación para la Copa del Rey está establecido para los ocho primeros clasificados al término de la primera vuelta de la Liga regular, o los siete primeros más el anfitrión en el caso de que éste no se encuentre entre esos ocho. En esta ocasión el torneo lo organiza la Comunidad de Madrid y habrá dos equipos madrileños, el Real Madrid y el Estudiantes o el Fuenlabrada, que acudirán como anfitrión.

Una modificación de ese sistema de clasificación requiere que lo apruebe la asamblea de la ACB, compuesta por los 18 clubs socios de la competición, con una mayoría de tres cuartos (14 votos de los 18 totales). En una primera votación en mayo del 2018 la asamblea dijo que no con los votos en contra del Barcelona y del Baskonia y las abstenciones de Gipuzkoa, Burgos y Unicaja. Como la normativa exige que una votación no puede repetirse en una misma temporada, la cuestión volvió a ponerse sobre la mesa en el mes de julio, cuando oficialmente ya es un nuevo curso. En esa segunda votación se aprobó con 16 votos a favor y solo dos en contra, los del Barcelona y el Baskonia.

Así pues quedó establecido que esta temporada acudirían a la Copa del Rey los siete primeros clasificados más el primero de los madrileños que se quedara fuera de esas plazas, bien el Real Madrid, bien el Fuenlabrada o el Estudiantes. En la práctica no altera sustancialmente una realidad que ya se ha vivido otros cursos, puesto que no siempre el anfitrión se clasifica entre los ocho primeros. Es decir, no siempre el octavo tiene plaza para la Copa del Rey. En este caso tampoco la tendrá, aunque serán dos equipos de la Comunidad los que acudan al torneo, el peor clasificado de ellos ejerciendo de anfitrión aunque se juegue en la capital.