El CAI Zaragoza ha sido concebido con un solo fin: subir a la ACB. Para alcanzar el éxito, el club reedificó el pasado verano su plantilla y le construyó unos nuevos cimientos sobre dos parámetros fundamentales: un equipo largo de efectivos formado por jugadores complementarios. El planteamiento era claro. Alfred Julbe no quería un conjunto de individualidades sino una máquina para ascender. Los resultados obtenidos y la capacidad que ha demostrado el equipo se han encargado de darle la razón al técnico catalán. Sin bajas, el CAI es lo que se buscaba: una máquina.

Pero el infortunio con las lesiones (Murcia, Lescano y Otis Hill) y su coincidencia en el tiempo han descubierto un lunar en la estructura: sin Matías y sin Otis, el CAI no es que reduzca su fiabilidad sino que se transforma en un equipo vulgar sin aspiraciones de ascenso.

Un pívot anotador

La ausencia de estos dos jugadores, casual e infortunada por tratarse de los dos mejores a la vez, ha dejado al descubierto que lo que en origen era una virtud (la complementariedad de los jugadores) puede transformarse en un problema. El CAI está edificado a base de especialistas (defensivos como Lester y Sabaté, triplistas como Doblado u Oscar González o guerreros como Mesa). La suma del trabajo de todos ellos da un conjunto brillante y ganador. Pero sin Lescano ni Otis, el resto de la plantilla sufre para quitarse de encima el rol para el que ha sido contratado y lanzarse a asumir una responsabilidad mayor y de más profundidad en el juego.

La derrota en Bilbao fue el ejemplo extremo del defecto que se le ha descubierto a la máquina. Difícilmente volverá a repetirse, difícilmente faltarán Matías y Otis en los playoffs , pero, aunque remota, es una posibilidad. Si esa situación se diera de nuevo, el ascenso a la ACB sería más una quimera que un objetivo viable. Por ello, el CAI contratará a un pívot con capacidad anotadora. Para evitar que la dependencia de Lescano y de Hill se reduzca hasta un punto razonable. Porque lo que se descubrió en Bilbao es que, sin ellos, el equipo se disuelve y se hace pequeñito.