-El Albacete ha comenzado la temporada como un tiro. ¿Cuál es la fórmula del éxito?

-Estamos haciendo un buen año pero creo que el margen de mejora todavía es grande, sobre todo a nivel de juego. Porque tenemos mucho potencial en la plantilla y así lo están reflejando los resultados. Firmaría seguir así todo el año. Estamos en la buena línea y somos un gran grupo.

-El Albacete, tercero en la tabla, es, junto a Las Palmas, el único invicto y el equipo más goleador. ¿El comienzo ha sido una sorpresa también para la plantilla?

-Lógicamente, sí es un poco sorpresa, pero ya le digo que tenemos una buena plantilla y desde el primer momento hemos confiado mucho en lo que hacemos. En eso, precisamente, nos insiste mucho el míster, que nos dice que puede ser un año bonito. Así que estamos disfrutando del viaje. Ya vendrán mal dadas, y más en una categoría como esta.

-¿Hay euforia en Albacete o siguen los pies en el suelo?

-Siempre hemos dicho que el objetivo sigue siendo sumar cuanto antes los 50 puntos que otorgan la salvación. A partir de ahí se podrán marcar retos mayores pero sin desviar el tiro. Soñar sí, pero con los pies en el suelo.

-El viernes llega el Zaragoza. ¿Cómo valora su inicio?

-Lo sigo de cerca. He dejado buenos amigos allí a los que he cogido cariño. Llevan dos derrotas consecutivas, pero es anecdótico porque el Zaragoza tiene una gran plantilla y va a estar arriba seguro. Siguen muchos jugadores del año pasado, en una decisión acertada desde el club, pero es que además se ha fichado bien. Es verdad que están teniendo mala suerte con las lesiones, pero es un rival muy fuerte. Mucho.

-¿Mejor pillarlo medio ‘depre’?

-No creo que sea así. El Zaragoza ganó 0-4 en Oviedo y luego ha perdido dos partidos, pero son cosas que pasan a muchos equipos. La Segunda es así y cualquiera te puede ganar.

-¿Con quién mantiene contacto de la actual plantilla?

-Sobre todo, con Zapater. Pero aún no he hablado con él porque ambos estamos todavía con la tensión del último partido. No sé si hablaremos de aquí al viernes, pero me llevo muy bien con él.

-¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuando recuerda su etapa en el Real Zaragoza?

-Sobre todo, madurez en lo individual. En Zaragoza crecí como persona y como futbolista desde otras facetas, como la mental. A nivel colectivo fue un año muy bueno. Al final acabamos como un avión, pero el playoff fue un palo muy duro para todos. Hizo mucho daño porque había muchas esperanzas depositadas en algo que creíamos que nos merecíamos. Yo tuve momentos buenos, como al principio, y malos, cuando fui perdiendo protagonismo y confianza y no lo pasé bien. Pero guardo un gran recuerdo de la ciudad y del club.

-¿Todo se torció en Pamplona, cuando fue sustituido antes del descanso?

-Quizá venía ya un poco de antes. Estaba cómodo en el sistema, pero los cambios de posición y jugar más arriba no me salió como esperaba. En Pamplona hice un mal partido en la mediapunta, fui débil de cabeza y no mostré todo el potencial que tenía. Pero eso te sirve para madurar.

-¿Cómo fue su relación con el técnico, Natxo González?

-Buena. Y lo sigue siendo. Vino aquí con el Deportivo hace un mes y hubo muy buen rollo entre nosotros. Entendí que, cuando los resultados no llegan, el entrenador tiene que cambiar algo y yo fui el menos beneficiado, pero sí lo fue el equipo. Y eso es lo importante. Dio con la tecla y no tengo absolutamente nada que reprocharle.

-Daba la sensación de que tanto el club como usted querían prolongar la cesión, pero no fue así al final. ¿Por qué?

-Durante el año hubo contactos con Lalo acerca de eso, pero nunca al nivel de ejecutarlo cuanto antes. Llegó el verano y ya no se produjo conversación alguna. Y ahí acabó todo.

-Y Ramis volvió a llamar a su puerta....

-Sí. Como todo el mundo sabe, estuve a punto de irme con él al Almería el año anterior, pero acabé en el Zaragoza. Me conoce bien y sabe lo que puedo aportar y en lo que debo mejorar. Intento crecer y aprender a su lado.

-¿Cree que este puede ser el año de su explosión definitiva?

-Vamos por el buen camino, pero con mucho margen de mejora. Me encuentro bastante cómodo en el doble pivote del 4-4-2 y con la libertad en ataque que me pide el míster.

-¿Qué es lo más peligroso del Zaragoza?

-Conozco el sistema y los jugadores y me gusta todo. En el centro del campo, pese a las bajas, tienen capacidad de sobra. Un equipo en el que juegan Pombo, Álvaro, Zapater... Ufff. El Zaragoza tiene mucho. Los laterales, Benito y Lasure, están muy fuertes y los de arriba te la pueden liar en cualquier momento. Ante todo, es un buen bloque.

-¿Si marca...?

-¿Si lo celebraría? No sé. Lo decidiría en el momento. Ahora se lleva mucho no hacerlo, pero no sé qué haría. Allí fui muy feliz, de verdad, pero igual me sale celebrarlo y eso no querrá decir que no me haya sentido querido. Todo lo contrario. En todo caso, me gustaría marcar para ayudar a mi equipo a ganar.

-¿Volvería?

-El Zaragoza ha sido muy importante en mi vida y es un gran club al que nunca se puede cerrar la puerta.