Dos cosas condenaron al Tecnyconta Zaragoza en Andorra. Una fue su regreso a las andadas en cuestiones defensivas, los 100 puntos encajados de nuevo por el equipo pese a la mejora mostrada tan solo una semana atrás. La otra tiene nombre propio y bien conocido en tierras aragonesas, Gio Shermadini, que volvió a mostrarse imparable y acabó con 27 puntos (infalible en tiros de dos, 9/9, y con 9/10 en tiros libres), 9 rebotes y 41 de valoración en 30 minutos de juego. El resultado fue una nueva derrota del equipo zaragozano (100-92) que se mantiene por encima del descenso pero un poquito más cerca después de que el Obradoiro sorprendiera al Real Madrid.

La aparente mejora defensiva ofrecida hace siete días se quedó en un espejismo en Andorra la Vella. En los Pirineos el Tecnyconta salió como acostumbraba las semanas anteriores, sin poder frenar a su rival. Mientras el Andorra contaba sus acciones por canastas, al Tecnyconta le costó mucho más empezar a anotar, así que los locales no tardaron en irse a los diez de ventaja. El equipo zaragozano encajó 33 puntos en el primer cuarto, una cifra elevadísima. Recibir tantos puntos en contra, 100 de nuevo al término de los 40 minutos, requiere de una capacidad anotadora prodigiosa, de un nivel que el Tecnyconta, hasta la fecha, se ha mostrado incapaz de sostener durante todo el partido. Volvió a sucederle ayer.

El equipo aragonés mejoró notablemente su acierto exterior y vivió gracias a los triples, sobre todo de los dos lituanos y de Jelovac, pero cuando el cansancio empezó a acumularse en las piernas y en los brazos de los jugadores -Guil utilizó a nueve jugadores con Kraljevic más unos minutos para Barreiro-, ese acierto cayó en picado. Después de un tercer cuarto magnífico en el que anotó 30 puntos, solo pudo alcanzar los 15 en el último, lo que acabó dejándole sin opciones de triunfo. El Tecnyconta ha recuperado a sus tiradores, ha mejorado su acierto exterior porque tira mejores triples y eso redunda en más puntos y, por tanto, mayor vistosidad de los partidos. Pero mientras siga sin mejorar de manera real en defensa, seguirá sufriendo mucho para llevarse los partidos.

Ayer le costó frenar la circulación de balón del Morabanc Andorra pero, sobre todo, le costó frenar a Shermadini. No es la primera vez que el jugador del Tecnyconta le hace un roto a su exequipo y esta temporada sus números están siendo más extraordinarios que nunca. Ayer no fue una excepción. El Tecnyconta sufrió desde el primer momento para parar al georgiano, una máquina de producir para su equipo. El juego interior aragonés sufrió y se cargó de faltas enseguida. Norel hizo tres en el primer cuarto y Guil tuvo que dosificarlo. Los cuatros no eran suficientes para frenar a la torre georgiana y Kraljevic... tampoco. Shermadini iba anotando continuamente mientras el Tecnyconta sobrevivió a base de triples, lo que le permitió incluso darle la vuelta al marcador en el tercer cuarto. Llegó en ventaja a los minutos decisivos, pero ahí se le apagó la luz en ataque mientras Shermadini continuaba iluminado. Al Tecnyconta y a Luis Guil todavía les queda trabajo por delante.