Los diez triples de Kostas Vasileiadis fueron un obstáculo demasiado elevado para el Tecnyconta Zaragoza, el muro en el que el equipo aragonés chocó y frenó su racha de cuatro victorias consecutivas (78-86). El acierto del jugador griego dio al Obradoiro el primer triunfo de su historia en el Príncipe Felipe. De forma merecida, además. El equipo aragonés dejó escapar así una gran oportunidad de consolidarse en la zona noble de la Liga Endesa y cedió ante un rival teóricamente directo por la salvación. El Obradoiro había ganado uno de los últimos ocho partidos, pero en Zaragoza fue capaz de imponer su juego y su estilo.

El Tecnyconta tuvo básicamente dos problemas durante toda la tarde. Uno fue Vasileiadis, al que el equipo aragonés no fue capaz de frenar. Aunque Porfirio Fisac fue probando diferentes jugadores sobre él, el griego estuvo imparable. El Obradoiro salió desde el principio dispuesto a jugarse el todo por el todo desde la línea de tres -su juego habitual- y la deficiente defensa aragonesa unida al acierto gallego fue dando argumentos al Obradoiro. Cuando el Tecnyconta quiso darse cuenta, ya era tarde, la bestia ya había despertado y no hubo forma de frenarla. El equipo de Moncho Fernández lanzó 37 veces de tres. 18 de ellas de manos de Vasileiadis que, con los diez anotados, se coloca el tercero con más triples en un partido de ACB.

El segundo problema fue el propio juego del Tecnyconta. Su ataque no fue tan fluido como en los partidos anteriores al parón. Bo McCalebb estuvo especialmente desacertado, sin arriesgar ni en su juego ni de cara al aro, y cuando el estadounidense no carbura, el equipo no funciona. El base ha aprovechado estos días de parón para tratarse su maltrecha rodilla, pero no pareció muy mejorado sino todo lo contrario. Sin McCalebb, Alocén puso la chispa y Santana toda la voluntad, pero el Tecnyconta no pudo resolver su nudo gordiano.

DESATINADOS

Tampoco le acompañó el acierto, cosa más complicada cuando el balón no fluye. Ni lo tuvo de tres ni lo encontró de dos, errando acciones en apariencia sencillas muy cerca del aro. No funcionó el perímetro aragonés, aunque por dentro Justiz y, sobre todo, Fran Vázquez, impusieron su ley. El cubano intimidó desde el principio y el gallego se fue creciendo con el paso de los minutos. Desde luego, no le ha sentado nada bien esta ventana FIBA al Tecnyconta. El equipo aragonés no tuvo la magia de los partidos anteriores y no pudo imponer su ritmo de juego en ningún momento.

El Obradoiro tomó la batuta con cuatro jugadores llevando el peso anotador y las ideas muy claras. Suyo fue el control durante 33 de los 40 minutos del encuentro y llegó a tener 17 puntos de ventaja (54-71, min. 31). El equipo gallego estaba cómodo, al Tecnyconta no le entraba nada y el público se enfadó con los árbitros, que tampoco tuvieron su mejor tarde aunque en nada influyeron en el resultado. Aunque los locales consiguieron mantener la igualdad al descanso (39-39), desde el inicio del tercer cuarto se vio que la victoria se decantaba irremediablemente del otro lado. Aún con todo, el Tecnyconta tuvo fuerza para un arreón final que, unido a los nervios del Obradoiro, abrió una pequeña rendija a la esperanza. A 3.40 para el final el equipo aragonés se puso a 8 (69-77), pero el desacierto aragonés y los triples visitantes cerraron de un portazo cualquier ilusión. El Obradoiro se impuso con justicia y el Tecnyconta puso punto y final a su buena racha.