La marcha nórdica es un deporte centenario en los países del norte de Europa que está dando sus primeros pasos en España. En 1930 Finlandia creó el equipo de esquí nórdico que empezó a entrenar con la técnica durante el verano. Ver andar por los parques de las grandes ciudades españolas a personas maduras con unos bastones causaba perplejidad hace un lustro, pero ya se ha convertido en una cosa habitual. Cada vez tiene más practicantes el nordic walking y prueba de ello es que hace tiempo la Federación Aragonesa de Montañismo lo acogió entre sus especialidades.

Aúna deporte y salud, aportando a sus practicantes los beneficios que ofrece la práctica de esta nueva forma de ejercicio controlado y efectivo. Se camina activamente con unos bastones especiales, aprovechando la acción de braceo natural y permitiendo mejorar la condición física, tonificando la musculatura del cuerpo, mejorando el sistema cardiovascular, la coordinación y la movilidad, siendo la marcha nórdica uno de los deportes más completos. A diferencia del caminar habitual, en que se trabaja el tren inferior, en esta disciplina se ejercita el tren superior. Permite evitar sobrecargas en caderas, rodillas y tobillos. Los bastones sirven para impulsarse en la marcha, a diferencia de los de trekking.

En España se introdujo en el 2005 y en Aragón los primeros cursos se dieron en el 2008. «El introductor fue el instructor Pedro Pallás. Yo me inicié en el 2010. Siempre he sido montañero y vi en Calafell a unas personas con bastones encabezadas por Toni Duar y me llamó la atención. Me hice instructor de la técnica Alfa». Desde el 2017 Fernando Morata es el vocal de la modalidad en la Federación.

En el 2011 creó el club CAI Nordic Walking, una escisión del Esbarre. «Es difícil saber cuántas personas practican la marcha nórdica en Aragón. En Zaragoza están Más que Pasos, dedicado a la competición, CAI Nordic Walking, Nordic Walking Zaragoza y Nordic Walking Cierzo Trail. Hay un quinto en Montañeros de Barbastro». La base de esos clubs puede ser de 350 practicantes. «También se practica en Huesca y Jaca, pero en Teruel no acaba de arrancar, aunque el 14 de diciembre se celebró el primer Campeonato de España de Técnica», indica.

El bastón tiene una medida apropiada para cada persona. «Cuenta con una pieza que es la dragonera, un guante con el que nos impulsamos. Cuando soltamos el bastón evitamos que se nos vaya para atrás. El bastón de trekking es de apoyo y el de marcha nórdica es de impulso. Se utilizan materiales muy ligeros como la fibra de carbono, con bastones de mucha resistencia. Los hay de hasta 200 euros, pero con 60 se consiguen», indica.

Terreno óptimo

El terreno óptimo para practicar la modalidad es en un 80% de tierra compactada y regular. No sirven canchales, ni rocas. La anchura debe ser de un mínimo de un metro, el desnivel de un 30% como máximo y el lateral entre los dos pies no superior a los 20 centímetros. Las riberas del Ebro y el Parque José Antonio Labordeta son lugares ideales. «En las riberas del Ebro se pueden hacer un montón de kilómetros. Hemos descubierto rincones que mucha gente no conocía en Zaragoza como La Cartuja, Plaza, las Esclusas del Canal, la parte posterior del cementerio, la desembocadura del Gállego, Peñaflor...», indica.

También hay competiciones. Los Nacionales individuales se celebrarán en La Coruña el 7 de junio y el de clubs el 23 de octubre en Tres Cantos. También hay una Copa de España con pruebas en Valladolid, Zumaia, Azagra y Sevilla. «Aquí cuesta arrancar y un Regional lo tendría que asumir un club. El primer intento fue en la 7K el 24 de noviembre en Zaragoza y participaron 50 marchadores con bastones. No había premios, ni árbitros. Se puede ir muy rápido y con mis años alcancé un promedio de 7,8 kilómetros a la hora. Queremos formar árbitros autonómicos para poder hacer competiciones».