El Deportivo no pasó del empate sin goles ante el Olympiacos en el estrenó de la Liga de Campeones esta temporada en el estadio de Riazor. Los coruñeses desplegaron un juego rácano, con sólo dos disparos a la meta griega en los noventa minutos de juego, y pudieron incluso ser derrotados, pero los griegos fueron inocentes en el primer tiempo y desaparecieron en el segundo.

La presencia ofensiva de los deportivistas fue tan reducida que su primer disparo entre los tres palos no llegó hasta el minuto 72, cuando Munitis probó fortuna con un lanzamiento lejano que detuvo sin problemas Nipolidis. Al Olympiacos le faltó un killer . Los griegos disfrutaron de varias ocasiones para adelantarse en el marcador en el primer tiempo, pero Okkas, que había visitado Riazor con idéntica fortuna el pasado año cuando jugaba en el AEK, perdonó a los deportivistas. Y es que en un lanzamiento de Rivaldo, Molina, sorprendido por el bote, despejó mal el balón, y Okkas, que se quedó sólo ante el valenciano, estrelló el esférico en su cuerpo. En definitiva, poco fútbol y un pésimo arranque para el Deportivo.