A 4.000 kilómetros de distancia se ha trasladado un derbi londinense entre dos equipos separados por 15 paradas de metro. La ocasión se lo vale por muy fastidioso que haya resultado el largo desplazamiento hasta Bakú, la capital de Azerbaiyán. Esta vez el duelo 198º que protagonizan Chelsea y Arsenal (63-76 en victorias y 58 empates) servirá para luchar por la Europa League y la salvación de la temporada.

Un preludio del segundo asalto fratricida entre ingleses con el Liverpool-Tottenham del próximo sábado en la Champions que se dirime entre un italiano, Maurizio Sarri, y un español, Unai Emery. Vendría a ser una pequeña pugna por la supremacía ciudadana si no fuera porque otro de sus rivales, los Spurs, participan en la final mayor. El premio añadido para el Arsenal sería una plaza para la Champions de la próxima campaña tras haber terminado quinto en la Premier.

Es la primera gran oportunidad de los gunners para conseguir el primer título europeo en 25 años, desde la Recopa de 1994, que junto con la Copa de Ferias (1970) completa la vajilla. Las últimas adquisiciones del Chelsea son más recientes con la Champions (2012) y la Europa League del año 2013.

«El Arsenal tiene que estar entre los 10 mejores equipos del mundo» se ha propuesto Emery. Igualar la longevidad de su predecesor (22 años) parece imposible. Sarri tiene menos pretensiones, consciente de que el banquillo de Stamford Bridge es mucho más volátil. El italiano abandonó el último entrenamiento del Chelsea enfadado por un enfrentamiento entre David Luiz e Higuaín. El duelo fratricida se repetirá sobre el césped, con Cech y Giroud enfrentándose a sus antiguos equipos.

A la polémica por la distancia, el precio del viaje y la estancia, más el reparto de las entradas (6.000 a cada hinchada en un estadio de 68.000 localidades), se ha añadido la forzada ausencia de Mkhitaryan por motivos políticos. El centrocampista armenio no ha podido viajar por la ausencia de relaciones diplomáticas entre su país y Azerbaiyán. Otros ausentes, como los lesionados Bellerín, Denis Suárez, Ramsey y Holding podrán estar en la grada junto a las bajas del Chelsea: Rüdiger, Loftus-Cheek, Hudson-Odoi y Ampadu.