Lluís Carreras debutó ayer en el banquillo del Real Zaragoza con un empate en el estadio de La Romareda frente a la SD Huesca (3-3). El derbi aragonés, disputado sobre un campo muy pesado por la lluvia caída antes y durante el encuentro, tuvo de todo: emoción, amagos de tánganas, goles y momentos de descontrol por parte de ambos equipos. El Zaragoza jugó con diez toda la segunda parte por la justa expulsión de Ángel Rodríguez en los últimos instantes del primer periodo, pero supo aprovechar dos regalos de la defensa oscense para remontar un 1-2 en contra. Y, cuando parecía que el conjunto zaragocista iba a lograr la victoria, en un balón colgado sobre el área, Carlos David aprovechó los errores en cadena de la defensa blanquilla para poner el definitivo empate en el marcador en el minuto 93. Un resultado que puede considerarse justo.

El técnico catalán apostó de salida por un esquema de juego 4-2-3-1 en vez del 4-3-3, su sistema preferido, y sorprendió dando entrada en el once inicial a Jorge Ortí en una de las tres posiciones de la mediapunta. Erik Morán y Albert Dorca actuaron en el doble pivote y Ángel se colocó en punta. Además también decidió dejar en el banquillo a Alfredo Ortuño y Pape Diamanka, dos habituales titulares en la etapa de Ranko Popovic. Ortuño y Diamanka fueron luego los autores de los goles que permitieron al Real Zaragoza pensar que podía ganar. En cambio, Juan Antonio Anquela, entrenador de la SD Huesca, mantuvo el sistema 5-3-2, con Tyronne y Machís en punta para tratar de sorprender a la defensa zaragocista por velocidad.

La SD Huesca tuvo el dominio durante la primera media hora del encuentro gracias al buen trabajo de Bambock, Fran Mérida y Juanjo Camacho en la parcela ancha, pero se encontró con un Bono muy seguro y no pudo convertir en gol ninguno de sus remates. Hasta el minuto 33 solo el cuadro oscense había creado peligro sobre la portería rival con seis disparos realizados y siete córners botados. En esos momentos se escucharon incluso pitos en La Romareda. El Zaragoza no era capaz de gobernar el partido en la zona medular y no acertaba a controlar al rival.

Pero cinco minutos de inspiración ofensiva le bastaron al Real Zaragoza para ponerse por delante en el marcador. Ángel Rodríguez avisó en el minuto 34 con una chilena que Leo Franco tuvo que enviar a córner para no verse superado y poco después Freddy Hinestroza también puso a prueba al portero argentino con un remate raso desde cerca, pero sin potencia. A la siguiente oportunidad el balón acabaría dentro de la portería de la SD Huesca. Ángel aprovechó un gran pase desde lejos de Erik Morán para colarse en el área oscense y batir a Leo Franco.

El partido tuvo momentos muy calientes, con varios amagos de tánganas, y en uno de ellos Ángel resultó expulsado justamente. El delantero canario, tras ser entrado en falta y recibir incluso un balonazo estando en el suelo, con el juego ya parado, propinó una patada y un puñetazo a Carlos David junto a la banda que se saldó con una tarjeta roja para él y una amarilla para el central del equipo oscense. Era el minuto 44 y el Zaragoza iba a tener que jugar toda la segunda parte del encuentro en inferioridad.

ORTUÑO Y DIAMANKA Lluís Carreras tuvo que recomponer el equipo en el descanso. Primero no dio en la tecla, pero después rectificó cuando la SD Huesca ya dominaba en el marcador por 1-2 y el Real Zaragoza supo reaccionar. De inicio puso a Jorge Ortí en punta y colocó dos líneas de cuatro por detrás de él, pero poco después dio entrada a Diamanka por Ortí para que el senegalés actuará en punta. Y eso no funcionó. Anquela, además, respondió dando entrada a Héctor Figueroa por Íñigo López, un delantero por un defensa, para reforzar el ataque de la SD Huesca.

En tres minutos, del 56 al 59, el equipo oscense le dio la vuelta al marcador, aunque para ello contó con la inestimable colaboración de la defensa del Zaragoza en los goles marcados por Fran Mérida y Héctor Figueroa. Carreras reaccionó sustituyendo a Alfredo Ortuño, un delantero que sabe aguantar el balón, por Pedro y retrasando a Pape Diamanka. Y esta vez acertó. En la primera acción que Ortuño tocó el balón puso el 2-2 en el marcador y luego, tras rechazar Bono un cabezazo a bocajarro de Juanjo Camacho, Diamanka adelantó al Zaragoza. El portero zaragocista tuvo que evitar instantes después que Machís y Camacho anotaran el tercer gol visitante.

En la recta final del partido pudo pasar cualquier cosa. Diego Rico obligó a Leo Franco a realizar una buena parada y Héctor Figueroa falló una gran ocasión cuando estaba completamente solo ante Bono. En el minuto 85, Fran Mérida vio la segunda tarjeta amarilla y la SD Huesca se quedó también con diez jugadores. Esa circunstancia ponía de cara el encuentro para un Zaragoza que había peleado con todas sus fuerzas para mantenerse con ventaja en el marcador. Pape Diamanka y Erik Morán pudieron incluso marcar el cuarto tanto para el conjunto zaragocista.

Pero sería el Huesca el que acertaría a batir de nuevo a Bono. El equipo oscense botó un córner y, tras el rechace de la defensa local, Morillas metió de nuevo el balón al área desde la izquierda para que Carlos David, completamente solo en el segundo palo y sin oposición, pusiera el definitivo 3-3 en un vibrante derbi.