Héctor Cúper es un tipo metódico, ambicioso, frío en el trato, que esconde sus emociones y sólo se obsesiona con su trabajo, con las estadísticas, con los resultados. Ayer, el técnico argentino regresó con su Mallorca al estadio de Mestalla, al escenario que empezó vilipendiándole, zarandeando un día su coche y que acabó reconociendo sin excesiva pasión su gestión deportiva como máximo responsable deportivo del Valencia. De un Valencia que fue subcampeón de Europa en el 2000 y el 2001.

Pocos silbidos

La cita tenía mucho morbo, pero Cúper había intentado restar trascendencia al reencuentro con la afición valencianista, que lo recibió con bastante indiferencia, con muy pocos silbidos y menos aplausos. "Sólo soy un entrenador y no espero ningún recibimiento especial", declaró el pasado viernes en la ciudad deportiva Antonio Asensio de Son Bibiloni. "Nunca miro hacia atrás. Si lo hago, sólo es para recordar las cosas buenas; las malas intento olvidarlas rápidamente", añadió el técnico argentino, que gesticuló reiteradamente, se comió las uñas de las manos y se desgañitó al intentar transmitir sus órdenes a los jugadores. El cuadro isleño busca de su mano la reacción para salir cuanto antes de ese peligroso sótano de la clasificación.

En Valencia, Cúper nunca se sintió querido. En Mallorca, en cambio, es admirado, idolatrado. Nadie le recrimina que el equipo balear perdiera una final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona y otra de la Recopa frente al Lazio. Al contrario. Todos esperan que el argentino, un técnico que prioriza la construcción de un sistema defensivo agresivo y ordenado, encuentre la fórmula para reactivar a un equipo herido, colista de Primera División tras perder en el estadio de Mestalla.

Héctor Cúper se retiró frustrado tras perder el primer partido de Liga con el Mallorca, equipo que nunca ha ganado en las visitas que ha realizado a Valencia. Antes había cosechado dos empates y una victoria en La Romareda frente al Zaragoza (0-1). "La situación es muy difícil, pero si confiamos en nuestro sistema, remontaremos. Es cuestión de tiempo, sólo de tiempo", comentó el técnico. "Los goles del Valencia empezaron en acciones a balón parado, lo que demuestra que no ha fallado el sistema", recalcó el argentino.