El Real Zaragoza sufrió ayer la primera derrota de la actual temporada y cayó justamente derrotado por un Barcelona B que, a pesar de las bajas que tenía, se mostró sobre todo muy superior en el segundo periodo del partido disputado en el Mini Estadi. En contra de lo sucedido en las dos primeras jornadas de Liga, el Zaragoza tuvo muchos desajustes defensivos y eso fue perfectamente aprovechado por los jóvenes jugadores del filial azulgrana para llevar el peligro a la portería defendida por Óscar Whalley. El encuentro se acabó en el minuto 62 cuando el Barcelona se puso con 3-1 en el marcador, porque después el conjunto zaragocista ya no tuvo respuesta. Tanto la posesión como los goles fueron del filial azulgrana.

El comienzo de partido del Real Zaragoza fue malo. En muchos momentos dio la impresión de que sus futbolistas salieron dormidos. A los 4 minutos Adama ya había probado a Óscar Whalley, mientras que a los 12 Diego Rico ya había sido amonestado por una acción cometida sobre ese mismo jugador. Adama volvió a ser una pesadilla para Rico que a partir de entonces se quedaba más desprotegido para intentar tapar la banda izquierda por esa tarjeta amarilla. En pleno dominio del Barcelona B, Óscar Whalley impidió con dos buenas paradas que Dongou pudiera marcar después de una buena jugada de Adama.

Y para colmo de males cuando parecía que el Zaragoza empezaba a despertarse, porque poco antes de las paradas de portero zaragocista Borja Bastón y David Muñoz ya habían merodeado con peligro el área del filial azulgrana, el árbitro concedió un gol al filial azulgrana en un claro fuera de juego (m.35). Primero lo anuló y luego dio marcha atrás. Dongou remató de cabeza a la red tras un saque de falta, pero Robert Costa intentó contactar con el balón delante de Whalley antes de superar al portero y el colegiado no lo tuvo en cuenta. Por eso concedió un tanto a todas luces ilegal.

El Real Zaragoza todavía tuvo tiempo de recuperarse de ese golpe bajo recibido antes del descanso y en su mejor jugada de ataque de toda la primera parte puso el empate a uno en el marcador. Galarreta metió un buen centro al área para Borja Bastón, que le puso el balón de cabeza en bandeja a Eldin para que batiera a Ortolá de forma inapelable. Eldin había sustituido poco antes a Pedro por lesión. El Zaragoza, que había ido de menos a más en el primer periodo del partido, llegaba con vida al descanso y con sus opciones intactas de poder conseguir un buen resultado en el Mini Estadi pese a la calidad del rival.

GOL Y RESPUESTA OFENSIVA Pero el conjunto zaragocista volvió a salir dormido en la segunda parte y esta vez lo pagaría muy caro. Dongou, tras varios fallos en cadena de la defensa, puso el 2-1 en el marcador a los dos minutos de reanudarse el juego. Víctor Muñoz reaccionó dando entrada poco después a Willian José por David Muñoz (m.55) y esa apuesta ofensiva le salió mal al técnico aragonés. El Zaragoza, aunque Eldin pudo marcar en un lanzamiento de falta desde el borde del área, empezó a romperse por el centro del campo y el Barcelona B, a base de toque y con un fútbol de calidad, se hizo totalmente dueño de la situación. El 3-1 anotado por Gumbau (m.62) significó la puntilla definitiva para el conjunto zaragocista. En este tanto, Gumbau marcó a placer tras una buena jugada entre Adama y Joan Román, que ya campaban por sus anchas por las bandas.

El resto de minutos hasta el final del partido se convirtió ya en un monólogo por parte del Barcelona B, pero sus jugadores tampoco quisieron pisar a fondo el acelerador ante un Real Zaragoza entregado y sin respuesta para buscar un mejor resultado. Joan Román puso el definitivo 4-1 en una acción individual en el minuto 68. El filial azulgrana cerraba de ese modo una merecida goleada ante un Zaragoza que sigue en construcción y que ayer estuvo flojo defensivamente. Todo lo contrario de lo que había sucedido en los dos primeros partidos de Liga contra el Recreativo de Huelva y Osasuna.

El Real Zaragoza es en estos momentos inferior al Barcelona B, que, pese a las bajas que tenía ayer, sigue contando con mucha gente de calidad y un grupo más homogéneo. El Zaragoza ha tenido que hacer este verano una plantilla casi nueva y ahora debe pagar el peaje de tener que formar un bloque lo más competitivo posible con la competición en marcha. Eso nunca es sencillo para ningún equipo. Por eso Víctor Muñoz sigue teniendo mucho trabajo por delante y pueden producirse accidentes como el sufrido ayer por el conjunto zaragocista en el Mini Estadi.