La curva de abonados a lo largo de la historia del Basket Zaragoza presenta dos trayectorias muy claras, una ascendente hasta el máximo posible por la capacidad del Príncipe Felipe y, a partir de ahí, otra descendente sin límite hasta el momento. La última cifra presentada por el club se sitúa en 5.850 abonados, que es casi su peor número de la historia. El descenso en esta ocasión ha sido especialmente pronunciado, puesto que el club se ha dejado 1.020 abonados con respecto a la temporada anterior. La pérdida de masa social tiene otra repercusión muy negativa para la entidad, que es la económica. Con la caída del número de socios se reducen también los ingresos por este concepto, que tradicionalmente han sido una de las tres patas que han sustentado el presupuesto.

La caída de seguidores es continua en la última década, con pequeños repuntes excepcionales. El Basket Zaragoza arrancó su aventura en el 2002 con 5.000 abonados, una cifra que alcanzó los 6.500 a lo largo de esa primera temporada en la LEB Oro. Es decir, más que en la actualidad. Desde ahí fue creciendo poco a poco, 6.200, 6.700, 7.500, 8.600, 10.125 y los 10.526 de la temporada 2008-09. Un boom culminado con el ingreso del club en la ACB que suponía la vuelta de esta competición a Zaragoza 22 años después. Había hasta lista de espera para abonarse porque 10.526 era el máximo permitido debido a la capacidad del pabellón y las normativas de seguridad y obligatoriedad de dejar unas localidades a la venta. Ese año el club ingresó 1.708.656,67 euros por abonos.

Mantener aquello era, evidentemente, imposible. El club ha ido perdiendo abonados continuamente, algo que apenas pudieron frenar ni siquiera los buenos resultados en la etapa de José Luis Abós. La cifra cayó con el descenso a la LEB (8.162) y mejoró con el nuevo ascenso (8.420), pero después continuó cuesta abajo, 8,250, 7.500, con el leve repunte de la temporada 2013-14 (7.719). El CAI había terminado tercero la Liga ACB.

A partir de ahí el club ha ido oscilando entre los seis mil y los siete mil abonados aunque con descensos menos bruscos. La única situación similar fueron los mil abonados perdidos en el 2015. Ahora han sido 1.020, de los cuales 142 son abonos particulares y los 878 restantes corresponden a los abonos que se incluyen en los diferentes acuerdos de patrocinio. Además de dejar la cifra en una de las peores de la historia del club, solo mejor que la primera de un club recién nacido, el descenso va a suponer también una importante merma para las arcas de la entidad.

MENOS DE UN MILLÓN

El Tecnyconta había conseguido estabilizar los ingresos por este concepto entre el millón y el millón doscientos mil euros, una cantidad significativa para un presupuesto cada vez menor. En las últimas cuentas aprobadas por el consejo de administración de la entidad, las correspondientes al curso 2016-17, esa cifra había descendido por debajo del millón por primera vez desde que el club compite en la ACB. Concretamente fueron 802.121 euros. Una cantidad que ya sería menor en las de la temporada pasada (cuentas que se aprobarán en diciembre), puesto que había 567 abonados menos y que habrá descendido mucho más en estos momentos. Con respecto a esa última cifra conocida el club tiene ahora 1.587 abonados menos. La temporada pasada los ingresos por este concepto fueron la segunda partida más importante al suponer un 17% del total, solo superada por el 45,7% que la entidad ingresó por patrocinios. De ahí la importancia de los abonados.