El Deportivo Aragón certificó su descenso a Tercera División el pasado fin de semana. Su derrota frente al Alcoyano tiró el telón en una temporada que deja sabores dispares en el paladar zaragocista. Primero surge el clásico regusto desagradable cuando hay un descenso de por medio. Nunca es plato de buen gusto perder la categoría, y más atendiendo a la diferencia de nivel que hay entre la Tercera aragonesa y el grupo III de Segunda B. Sin embargo, a un filial hay que juzgarlo también por su principal misión, la formación.

El Aragón ha producido una de las mejores camadas en las últimas décadas, algo que evidencia la excelsa gestión de la base.

Jorge Pombo fue el primero en promocionar del filial, le siguieron Julián Delmás, Dani Lasure y, el último, Raúl Guti. César Láinez fue uno de los principales orfebres de estos productos que saltaron al primer equipo, dejando un gran vacío en el filial de cara a un año de alto voltaje en el grupo mediterráneo.

Los refuerzos destinados a acorazar el filial zaragocista en su vuelta a Segunda B tenían cartel. Muchos de ellos eran conocidos en el fútbol base catalán, como Ahmed o Rubio. Sin embargo, la falta de experiencia del bloque fue un fuerte impedimento para conseguir más puntos durante la primera vuelta.

Por juego y atrevimiento, el filial de Láinez mereció más en muchos tramos de la Liga, pero su falta de poso en determinadas circunstancias terminó siendo letal para un filial que se ha habituado a perder un gran puñado de puntos en los últimos instantes. El filial, a estas alturas, es el equipo más goleado de toda la Segunda división B con un total de 59 goles en contra.

El futuro de Láinez

El filial del Real Zaragoza retornará a Tercera solo un año después de su ascenso. El primer paso será estructurar un nuevo bloque competitivo que sea capaz de competir en Tercera División. Para ello, el Aragón contartá con gran parte de la camada de los chicos del División de Honor Juvenil. La generación del 99, y algunos jóvenes del 2000, tendrán un peso importante el filial de la próxima campaña para dar continuida a la prometedora progresión de la mayoría de sus integrantes. Además, todavía no se ha decidido el futuro de César Láinez en el filial, decisión que se tomará a final de curso para ver si sigue entrenando al equipo en Tercera.