Eduardo cumplió su promesa. Y su sueño. Ahí estaba. No en camilla, no hizo falta llegar a tanto, pero sí en silla de ruedas. El último hospitalizado de los cuatro accidentados recibió el alta el viernes y acudió al pabellón como uno más. Se apoyó en una silla de ruedas y en la solidaridad del servicio DYA (gratuitamente lo trasladaron desde su casa). Se colocó cerca de la pista, casi en el borde. Si hubiera sido por él saltaba dentro. "Quiero jugar lo antes posible", reclamaba en una mañana en la que su rostro de sonrisa perenne no pudo evitar las lágrimas. "A ellos les hubiera gustado que fuese una fiesta. Seguro que preferirían vernos riendo, con una sonrisa y no con tantas lágrimas", relataba Benaque.

A su lado estaban Chema Olona y Carlos Osta, heridos también en el accidente. En la pista, cumpliendo el sueño de todos, el capitán, Sergio Toro Lozano. Se puso las botas de nuevo y jugó unos minutos con sus compañeros del Colo . "Ha sido muy emotivo. La gente se ha volcado de forma fenomenal aún más por unos jugadores que eran amateurs", declaró Lozano. "Que haya venido tanta gente ayuda a pasar esto", explicaba Ingel Ezquerra, el entrenador del Rigar.

Olona miraba al cielo. La semana pasada le quitaron el corsé y ya podía mover algo su maltrecho cuello. Contemplar la grada llena apaciguaba su tristeza. "Yo quería ver el pabellón como el día que ganamos la final de Liga. Lo hemos logrado. Estoy satisfecho", afirmaba Chema Olona.

Siempre juntos

Colo Colo para siempre . Así versaba una parcarta en la grada. Siempre, juntos. Unidos, en una piña, se fundieron en el centro de la pista en el minuto de silencio. No pudieron retener la emoción. Los abrazos aliviaban el dolor del recuerdo. "Ojalá pudieran esta aquí. Lo hubiéramos dado todo para que así fuese", decía Benaque.

Y el último deseo llegó en forma de carta. Aprovecharon el acto para hacer oficial el sí de la Federación para conservarles la plaza en Primera la próxima temporada. "Es un gesto sin precedentes y hubiera sido injusto lo contrario", comentó Ezquerra. El Rigar mirá hacia el futuro aunque nunca borrará su pasado.