El pasado fin de semana fue una fiesta de la nieve para los escolares aragoneses que practican esquí alpino. El escenario fueron las blancas laderas de las estaciones de Aramón Formigal- Panticosa. El sábado se celebró en Formigal el IV Trofeo Alevín Paco El Maestro. Era la segunda cita del Circuito Audi Quattro alevín y contó con más de 200 esquiadores de toda España. El domingo le llegó el turno al IX Trofeo Memorial Sergio Belío en Panticosa para alevines.

Pero la organización de estas multitudinarias competiciones para escolares es un espejismo. Este año las laderas de las estaciones aragonesas no organizarán ningún Campeonato de España desde juveniles. Tampoco hay pruebas FIS, el tercer escalón tras las competiciones de la Copa del Mundo y la Copa de Europa. Es una situación que ya se viene repitiendo en Aragón de forma machacona en los últimos tiempos. Da la impresión de que las estaciones dan la espalda a la competición alpina de la élite. «Tan solo tenemos la final del Audi Quattro para las categorías U-14 y U-16 en el mes de marzo en Cerler. También destaca el Trofeo Pitarroy en la misma estación, que está considerado el Campeonato de España alevín. Antes Formigal organizaba el Trofeo Zagales para los infantiles de las categorías U-14 y U-16», explica Paco Alegre, responsable técnico del Centro de Tecnificación de Aragón (CETDI).

Hace tres temporadas Aramón Formigal solicitó la organización de los Campeonatos de España absolutos coincidiendo con sus bodas de oro. Este año esta competición se celebrará en abril en La Molina y el Nacional juvenil se hará a principios de marzo en Baqueira. La competición alpina de más altura que se celebrará en España es el Mundial de freestyle en Sierra Nevada.

Los once componentes del CETDI de Aragón tienen que salir fuera de Aragón para disputar pruebas de calidad de la categoría FIS. «Competimos en Andorra, Cataluña y el Pirineo francés. Pero en Aragón no hay nada». Ya quedan muy lejanos los tiempos en los que la estación de Formigal fue el escenario de la final de la Copa de Europa y del Mundial júnior. «Recuerdo que vinieron los que son ahora los mejores del mundo. Se puede decir que la suiza Lara Gut y el austriaco Marcel Hirscher pasaron por la estación de Formigal». Pero después llegó la gran sequía organizativa. «El primer dinero lo tiene que poner la estación y después le apoya la Federación Aragonesa. Lo interesante de estas competiciones es darle continuidad y prolongarlas en los años. Organizar tan solo una carrera durante un año da una promoción muy limitada».

Estaciones como Formigal o Cerler están en la vanguardia nacional en calidad de pistas, instalaciones y actividades paralelas. Pero no les interesa en exceso la competición pura y dura de la élite. «En Aragón no tenemos dinero y las estaciones ven las competiciones como un gasto y no como una promoción. Pero a favor de ellas se encuentra que la estación está animada todo el fin de semana, aunque se vea más como una molestia para los turistas que como una promoción», dice.

El esquí alpino aragonés cuenta con una buena cantera. Hay unos 200 alevines (U-10 y U-12), un centenar en infantil (U-14 y U-16) y los juveniles de la categoría U-18 y U-21 ya disputan carreras FIS. «Tendremos unos 40 juveniles. No son muchos y la progresión se va perdiendo. En Aragón llevamos una línea que no se sube. Los clubs trabajan bien, pero no hay una mentalidad de competición. Los infantiles esquían para pasárselo bien, para divertirse, estudian y llevan una vida normal de cualquier adolescente. Pero para entrar en el CETDI hay que sacrificarse », explica.