Aparecieron los mejores, los campeones, los auténticos protagonistas del Mundial-2004, y Cheste, Valencia, España y el mundo entero enmudeció. Los grandes artistas del circo de las dos ruedas, Valentino Rossi (Yamaha, MotoGP) y Dani Pedrosa (Honda, 250cc), sacaron ayer pecho, ante 121.000 motards , y demostraron que son los mejores de estos días y, posiblemente, de los más lustrosos pilotos que jamás han existido. Lo que ayer hicieron en Cheste el doctor y el terrible , que no tenían ninguna necesidad de jugarse la vida o arriesgar lo más mínimo, pues llevaban ya varios días gozando de sus títulos mundiales, es digno de agradecer y demuestra, una vez más, que estamos frente a dos elegidos para la historia. A esas dos llamativas victorias, se unió la actuación de otros dos genios de la temporada, el valenciano Héctor Barberá (Aprilia, 125cc) y el azzurri Andrea Dovizioso (Honda), campeón del mundo de 125cc, que tras evitar una caída y caer a la 12 plaza de la carrera, logró cruzar la meta en segunda posición.

Las carreras en Cheste no son unas carreras normales. Son carreras en el estadio. El trazado Ricardo Tormo, recogido, coqueto, vistosísimo, acoge a miles de aficiones que, desde cualquier posición, pueden ver casi el 80% del circuito. Y ahí, en medio de una enorme falla, actuaron los mejores y lo hicieron como si estuviese en juego algo más que la victoria. Barberá, que estaba dispuesto a mantener su pulso con Dovi , pese a que el italiano ya poseía el título, se quedó muy pronto solo al sufrir su rival una caída y bajar al duodécimo puesto.

REMONTADA ESPECTACULAR Mientras la armada española, integrada por Jorge Lorenzo, Alvaro Bautista, Pablo Nieto y Sergio Gadea, se peleaban por los otros dos puestos del podio, Dovizioso remontó espectacularmente y se colgó la plata. El bronce fue para un agresivo Bautista. "Me duele llegar tarde, pero la afición se lo merecía y, además, soy el primer valenciano que ganó aquí, en casa", dijo Barberá.

Pedrosa continuó el recital. Dejó que Porto llevase el peso de las primeras vueltas pero, llegado el ecuador de la prueba, Pedrosa dijo adiós y se fue sin que nadie pudiese impedirlo, ni siquiera el problemilla que le hizo temer por el abandono en las últimas vueltas. Porto acabó cayéndose y Toni Elías conquistó el segundo puesto.

NUEVO ERROR DE SETE La fiesta, como no, se cerraría con otra demostración de Rossi (Yamaha), que, tras mantener un pequeño pulso con el japonés Makoto Tamada (Honda), se escapó cuando quiso y como quiso. "Quería demostrarle a Honda que podía ganar los mismos grandes premios, nueve, que conseguí con su moto el año pasado". Así lo pensó y así lo ejecutó. ¿Y Sete? Pues Sete debió de conformarse con la cuarta plaza después de equivocarse, de nuevo, de neumático. "Esta vez, el error ha sido mío y de mi equipo", confesó el catalán.