El Fenerbahce jugará la final de la Euroliga ante el Olympiacos, verdugo del CSKA, mañana al derrotar al Real Madrid por 84-75, en un partido en el que solo Llull (28 puntos) estuvo a la altura de las circunstancias, ayudado por Jaycee Carroll (21) en la segunda parte y cuando ya era tarde para evitar la debacle del equipo. El Real Madrid llegó tarde al partido. Es, prácticamente, la mejor explicación posible al horrible comienzo del equipo, en el que solo Sergio Llull llegó puntual.

El base menorquín anotó 11 de los 13 puntos de los madridistas en el primer cuarto, que finalizó con 21-13 para los locales del Fenerbahce, impulsados por un soberbio Epke Udoh (18 puntos, 12 rebotes y 36 de valoración) y liderados en el banquillo por Zeljko Obradovic. No tardó el equipo otomano en adelantarse en el marcador. El Madrid estaba desbordado en defensa y sin puntería en el ataque.

Fue en el minuto 15 cuando por fin llegó el conjunto blanco al partido. Un triple de Randolph abrió, otro de Llull y otro más de Thompkins estrecharon el marcador hasta un 26-24 (min.15.45). Resultó un espejismo. El Fenerbahce tomó de nuevo ventaja y ya no la soltó hasta el final del encuentro, que le vino grande a jugadores como Luka Doncic, Rudy Fernández, Anthony Randolph o Gustavo Ayón.