Alemania ha vuelto a ser golpeada por el terrorismo. Según ha explicado la Fiscalía General de Karlsruhe, todo apunta a que el ataque perpetrado el martes en Dortmund contra el autobús del Borussia en el que se detonaron hasta tres explosivos podría tratarse de un acto con motivación yihadista. La policía ha detenido a un presunto islamista a quien acusa de ser el principal sospechoso por el atentado. Su perfil radical hace que esa hipótesis cobre cada vez más fuerza. Las autoridades siguen buscando a un segundo sospechoso.

Según ha avanzado el diario ‘Tagesspiegel’, las tres notas que la policía encontró el martes en el lugar del crimen mencionan una supuesta “lista de muerte del Estado Islámico en Alemania y otros países de la Cruzada”. Eso hace temer a las autoridades policiales que con “alta probabilidad” pueda haber otro ataque “inminente” en el país dirigido a atletas, actores y “celebridades” del país. De esta manera, el ataque del martes se trataría del primer intento de asesinato de futbolistas de primer nivel a manos de yihadistas. Aunque uno de los autores del atentado de París en noviembre del año 2015 trató de golpear al estadio de la selección nacional francesa Stade de France, entonces el objetivo eran los aficionados.

En la carta, escrita “en nombre de Alá” y de la que aún se investiga su autenticidad, también se hace referencia al atentado terrorista de Berlín que el pasado diciembre dejó a 12 víctimas mortales y hasta 48 heridos y pide a la cancillera alemana Angela Merkelque retire la participación de Alemania en la lucha contra Estado Islámico en Siria. Actualmente, cazabombarderos Tornado de las fuerzas armadas alemanas colaboran con la coalición internacional que lidera los Estados Unidos en bombardear las posiciones de los radicales yihadistas. “Tus aviones aún sobrevuelan el califato para asesinar a musulmanes”, reza el texto. La carta también pide que se cierre la base aérea estadounidense de la ciudad alemana de Ramstein en la que los extremistas ya planearon atentar el año 2007.

CLAVOS DENTRO LAS BOMBAS

Las autoridades prosiguen una investigación en la que no se descarta ninguna hipótesis y aún hay varios frentes por esclarecer. Así, se desconoce la motivación del ataque, qué tipo de artefacto se utilizó y cómo se detonó. Aunque el caso se investiga como un ataque terrorista la policía ha asegurado que este modus operandi es “atípico” de los terroristas y los expertos también se han mostrado escépticos y con “muchas dudas” ya que en la escena no ha aparecido ningún símbolo que lo vincule al grupo terrorista.

Según los primeros detalles de la investigación, los tres artefactos detonados el martes por la tarde contenían clavos y otros materiales metálicos para causar así más daño, una estrategia que el grupo terrorista autoproclamado Estado Islámico ya ha utilizado en otras ocasiones. “Hemos tenido suerte de que no haya pasado nada peor”, ha confesado la portavoz de la fiscalía Frauke Köhler. La explosión tuvo un impacto que superó el radio de los 100 metros. La policía ha registrado los dos pisos de los sospechosos y, a pesar de que uno ha sido detenido, aún no se ha decidido si se solicitará su ingreso en prisión.

CONFUSIÓN Y ACUSACIÓN A LOS ANTIFASCISTAS

La existencia de otro mensaje reivindicando el ataque ha confundido a las autoridades. El martes por la noche aparecía una supuesta confesión en un portal web en la que se apunta que la "ultra-izquierda antifascista” estaría detrás del ataque al bus del Borussia Dortmund y que habría sido “un acto simbólico” dirigido a una laxa política del club "que no hace lo suficiente contra los racistas, los nazis y los populistas de la derecha radical”. El portal ha asegurado que la información es “falsa” y poco después la Fiscalía ha remarcado que ese mensaje es “poco creíble”.

El martes a las 19:15 horas, tres explosivos detonaron cerca del autobús del Borussia Dortmund, que en esos momentos se dirigía a su estadio para disputar el encuentro de cuartos de final de la Champions League contra el AS Mónaco. Las explosiones se produjeron en el distrito de Dortmund-Höchsten, a unos 10 kilómetros del estadio Signal Iduna Park, y en uno de los recorridos que efectúan los jugadores antes de cada partido. El presidente del Borussia Dortmund Hans-Joachim Watzkeha asegurado que después de la explosión llamó a la plantilla para demostrar a la sociedad que “no nos rendimos frente al terrorismo”. “Eso une aún más a nuestra familia”, ha añadido.

Tras la explosión, solo un jugador resultó herido. Marc Bartra, central del equipo alemán y exjugador del Barça, sufrió heridas y cortes graves en una de sus manos. El defensa catalán de 26 años fue trasladado por precaución al hospital donde a medianoche se le sometió a una operación tras sufrir una fractura de radio y esquirlas a la altura de la muñeca derecha. Sus familiares, que durante este miércoles han viajado a Dortmund, han asegurado que la operación “ha ido bien”. Tras las heridas y el shock del martes, Bartra podría perderse lo que resta de temporada. Un policía motorizado que acompañaba al autobús también resultó herido.