Un nuevo episodio triste y condenable sacudió ayer al fútbol aragonés. Esta vez ocurrió en un encuentro de Segunda Alevín entre el Atlético Ranillas B y el Helios A. Al término del partido, dos varones, padres de dos jugadores distintos del conjunto local, fueron detenidos por la Policía Nacional y se les acusa de amenazas y delitos de odio contra el árbitro del encuentro Mamadou Sow, de 21 años. Ambos individuos fueron conducidos a las dependiencias de la Jefatura de Policía y pasarán hoy, o como tarde mañana, a disposición judicial.

Los hechos comenzaron durante la primera mitad del encuentro, cuando los dos padres, presuntamente perjudicados por el consumo de bebidas alcohólicas, increparon al colegiado del encuentro, quien paró el partido por dicho motivo. Además, mantuvieron una pequeña trifulca con un padre del Atlético Ranillas, quien increpó la actitud de los dos individuos. La Policía se personó en el campo de fútbol para tomar los datos de los dos individuos pero no se los llevaron detenidos porque los ánimos se calmaron y parecía que la situación volvería a la normalidad sin mayores consecuencias.

Al finalizar el encuentro, mientras el árbitro se dirigía a su vestuario, uno de ellos le dijo «muy bien pitado, negrito», en alusión al color de piel de Sow. El colegiado se volvió, forcejeó con él y tuvieron que separarles para evitar unas posibles agresiones físicas. Otro padre del club también mantuvo un forcejeo con la persona que profirió el despectivo comentario hacia el árbitro, pero no pasó a mayores.

Por ello, la Policía Nacional volvió al campo del Atlético Ranillas para llevarse, esta vez sí, detenidos a los dos individuos por insultos racistas de carácter grave hacia el colegiado.

De hecho, no es la primera vez que el club llama la atención a estas dos personas, padres de dos niños que compiten en alevín de primer año, es decir, 10 y 11 años. Hace unos meses, los responsables del Atlético Ranillas mantuvieron una reunión con ellos para que mejoraran y calmaran su comportamiento durante el transcurso de los partidos.

Expulsados / La primera medida que tomó ayer el Atlético Ranillas fue la de expulsar del seno del equipo a los dos niños para evitar cualquier tipo de incidente futuro protagonizado por estos dos padres. «Es una medida dura pero que consideramos que debemos tomar», aseguró Kiko Torras, coordinador del club zaragozano. Además, quiso resaltar la actitud ejemplar de los dos niños siempre.

Esta decisión viene motivada por la negativa del resto de padres a que sus hijos entrenaran con el equipo el lunes hasta que estas dos personas abandonaran el club y por el riesgo existente a que pudieran acudir a los partidos fuera de casa y siguieran con su deplorable actitud.

Este incidente mancha la imagen de un club «de barrio y formativo». Por ello, recalcó Torras, «esto no nos ayuda nada». Además, desde el Atlético Ranillas condenaron enérgicamente «cualquier tipo de actividad o situación así o similar».