Los Mossos d'Esquadra estarán este miércoles encima de los 4.800 aficionados del Liverpool desplazados a Barcelona para la Champions. No se prevén enfrentamientos con seguidores radicales del Barça y las preocupaciones son las "típicas" que traen consigo los 'hooligans': el alcohol, cuyos efectos ya han causado los primeros daños.

Unos 500 seguidores se instalaron este martes en la plaza Reial del barrio Gótic para beber y provocaron ya algunos incidentes. Dos trabajadores del hotel Plaça Reial fueron agredidos y necesitaron atención médica. A la vez, otras dos personas sufrieron contusiones, incluso se les fracturó la nariz, como consecuencia de peleas.

Seis 'hooligans' acabaron siendo detenidos por la Guardia Urbana al llegar la noche. Podría haber más, ya que algunos de los aficionados ingleses se dedicaron a lanzar latas de cerveza contra los agentes de la policía local.

Los 'hooligans' empezaron por la mañana a colgar banderas en las palmeras, gritar y jugar a fútbol. Y bebieron, no dejaron de beber desde primera hora. La mayoría de ellos aterrizará en la capital catalana el mismo miércoles por la mañana, y comenzarán a empinar el codo en cuanto salgan del taxi. El estado de embriaguez a menudo acaba causando problemas en los bares de la plaza Reial, como los prodicos ya este martes, y dispara las ventas de los lateros ambulantes.

DISPOSITIVO HABITUAL

Los dispositivos para controlar aficiones rivales conflictivas pertenecen a la Brigada Móvil (Brimo). Pero el de este miércoles coincidirá con las manifestaciones del 1 de mayo y se ha optado por reservar a los especialistas de orden público para esta labor y dejar a los seguidores en manos de los antidisturbios ARRO.

La fase más complicada de la operación es su traslado hasta el Camp Nou. El dispositivo se trasladará entonces al Metro, hasta Palau Reial. Desde allí, bajarán por el parque de la Maternitat hasta el acceso 21 del estadio. "Los ingleses están acostumbrados a llegar con poca antelación al partido y se ponen nerviosos cuando ven que se les cachea y eso provoca que acaben entrando tarde. Les sale la soberbia y lanzan insultos contra España. Paciencia. Si no quieren entrar con el partido comenzado, que lleguen antes, porque del cacheo no se van a librar", aseguran fuentes policiales.

Para mañana, una empresa inglesa ha reservado la sala Razzmatazz para hacer una fiesta privada de seguidores 'reds'. Han traídos grupos y DJs de Liverpool. La iniciativa, privada, agrada a la policía catalana porque ayudará a restar presión en la plaza Reial. Tras el partido no se esperan incidentes. "La mayoría volará a Inglaterra esa misma noche. Y los que se queden a dormir estarán tan reventados que, en principio, no darán más problemas".