No son ni los 3,5 millones cuantificados en un primer momento por la fiscalía ni los 18,5 reconocidos por el propio Uli Hoeness. La deuda fiscal del presidente del Bayern asciende al menos a 27,2 millones, según ha quedado patente este martes en el segundo día del juicio contra el dirigente del club alemán que se celebra en la Audiencia Provincial de Múnich y que podría terminar con una pena de cárcel.

Al inicio de la sesión, un inspectora fiscal ha declarado que la deuda ronda los 23,7 millones. Luego, el ministerio público ha precisado que a esos 23,7 millones hay que agregarles los 3,5 millones iniciales, con lo que la deuda total ronda los 27,2 millones.

A la luz de las nuevas cifras, el tribunal considera difícil que, como estaba planificado, pueda dictar sentencia el próximo jueves. "No es muy probable que eso ocurra. Hay que partir de la base que van a ser necesarias más vistas", ha argumentado la portavoz, Andrea Titz. En principio estaban planificadas cuatro vistas con base en una autodenuncia presentada por Hoeness. El tribunal decidirá este miércoles si el proceso se alarga, con lo que se aplazaría la fecha para la sentencia.

El juicio contra el presidente del Bayern ha creado una gran expectación en Alemania que ha traspasado el mundo deportivo a medida que las cifras han ido creciendo exponencialmente. "Estoy desconcertado, todo indica que perdió el control de las cosas", ha declarado el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag, Thomas Oppermann.

Diversas teorías

Pocos creen que pueda librarse de la cárcel. La carta que ha querido jugar durante el proceso es la de la absoluta cooperación que, según algunos, será vista como atenuante. El fisco y la fiscalía, sin embargo, han puesto en duda esa cooperación y han dicho que Hoeness solo ha proporcionado detalles de la información que se le pide.

Otros sostienen que la dimensión de las especulaciones bursátiles y de divisas a través de un banco suizo, que generaron las ganancias que Hoeness no declaró a Hacienda, fueron de una dimensión tal que el caso ya no puede juzgarse con parámetros normales. Los defensores de esta tesis apuntan a que el acusado llegó a perder 18 millones en un día en sus especulaciones y que participaba en los mercados bursátiles con un impulso ludópata, por lo que no era dueño de sus actos.

Una pregunta abierta es qué pasará con los cargos de Hoeness en el Bayern. Los socios y el consejo de vigilancia, en el que tienen asiento representantes de los consorcios Adidas, Audi y Telekom, le han dado hasta ahora pleno respaldo e incluso han rechazado su oferta de dimitir. La idea es esperar a que finalice el proceso.