Reconozco mis errores. Tal vez hayamos apurado demasiado los plazos. No busquéis más culpables: soy yo. Ahora hay que encontrar soluciones". El presidente de El Olivar, Manuel Hernández, entonó ayer el mea culpa en la dramática situación que atraviesa el Pla-Za de waterpolo. A día de hoy sigue sin aparecer un grupo de dirigentes que quiera gestionar el único conjunto aragonés que milita en la máxima categoría nacional, a pesar de que desde la junta directiva del club zaragozano se insiste en que las cuentas están claras y los patrocinios y las ayudas institucionales, garantizados. En un penúltimo intento por hallar una solución que evite el descenso del equipo dos categorías, el director general de Deportes del Gobierno de Aragón, Pedro García Villamayor, convocará el lunes a todas las partes implicadas con el objetivo de encontrar una luz que guíe la salvación de la nave verdiblanca.

El presidente de El Olivar se escudó en su antigua promesa, efectuada hace un año, de continuar al frente del equipo solamente una temporada más, y achacó su renuncia a "la falta de tiempo, ánimo y ganas. Si fracasa este proyecto me sentiré personalmente fracasado, pero ha sido por no haberlo intentado". En este sentido, Hernández se mostró pesimista: "No tengo ni idea de las opciones que puedan surgir como solución. Me siento muy defraudado después de las negociaciones".

Tanto el cuerpo técnico como los jugadores se encuentran a la espera de que el citado encuentro dé sus frutos antes del próximo viernes, día en el que acaba el plazo fijado por El Olivar para finiquitar este asunto, ya sea con un final óptimo o desastroso. Aunque todos los miembros de la plantilla fueron avisados el pasado 30 de junio de su libertad a la hora de escoger su siguiente destino deportivo y de que algunos han recibido suculentas ofertas, son varios los que se mantienen esperanzados en continuar en Zaragoza y guardan el compromiso personal adquirido con el técnico Emilio Bautista.

Por su parte, Ricardo Clemente, candidato a la presidencia de la Federación Aragonesa de Natación y miembro de la directiva de la Nacional, recalcó la importancia de la reunión del próximo lunes. "Es necesario quemar los últimos cartuchos para que no se eche a perder el que es buque insignia del waterpolo aragonés", afirmó Clemente tras anunciar la sorpresa y estupor que la posible desaparición de Pla-Za El Olivar de la A-1 ha originado en la división de waterpolo de la Federación Española.