El Real Zaragoza arranca febrero con el regusto dulce de una reacción tímida en el primer mes del 2018, con siete puntos de doce posibles, y con la sensación de que va encajando piezas, con mayor seguridad defensiva, ya que ha dejado la portería a cero en cinco de las últimas nueve citas, y con un sistema, con rombo en la medular, que ha dado una respuesta irregular, pero que se va asentando. Hoy esa ligera tendencia al alza se examina en Santo Domingo (18.00 horas) ante un Alcorcón que solo tiene un punto menos en la tabla y que en su estadio, donde predominan los partidos intensos y tirando a feos, se ha hecho fuerte, con seis partidos seguidos sin perder y con algunas victorias de enjundia, ante Cádiz y Oviedo, por ejemplo.

Se trata de un duelo directo en la clasificación y de la oportunidad para sacar la cabeza de la zona peligrosa. Basta echar un vistazo a la tabla para ver que entre el undécimo, el Albacete, con 31 puntos, y el decimonoveno, el Almería, con 27, solo hay cuatro de diferencia. Nueve equipos, entre ellos Zaragoza (30) y Alcorcón (29), en un pañuelo, mientras que por delante el Valladolid, con 36 puntos y décimo, encabeza el pelotón de los que optan al playoff. El Zaragoza se ha quedado en el grupo de los torpes y hoy en Alcorcón es un día clave para dar un hachazo, para huir y buscar acercarse al tramo cabecero de la tabla. Sí, el sueño de la promoción, aunque la realidad actual sea mucho más prosaica y hable solo de asegurar cuanto antes la permanencia, con la zona de descenso a solo tres puntos.

Para alejarse definitivamente del peligro y vivir en zonas más tranquilas de la tabla, el equipo de Natxo González necesita más continuidad y dejar de lado su irregularidad, uno de sus defectos más letales. Viene de ganar sufriendo mucho al Córdoba y, si repite botín en Alcorcón, logrará enlazar dos triunfos consecutivos, algo que solo ha firmado una vez en este curso, en las jornadas octava y novena, cuando se impuso al Numancia y al Lorca.

El Zaragoza ha cerrado el mercado de invierno con el central Perone cambiando el sitio a Valentín, que se marchó al Córdoba, y con Alfaro como otra opción más en ataque. Al menos en número de efectivos y con las escasas posibilidades que tenía, el equipo ha salido ligeramente reforzado. Hoy, de hecho, el brasileño, que aterrizó el jueves, debutará y como titular por culpa de las molestias de Grippo, que empezó la semana con dolor en la rodilla, se entrenó con todos el jueves y volvió a recaer ayer para no ser citado y dejar su hueco en el eje de la zaga, donde era fijo.

Mientras, Natxo no quiere arriesgar con la recuperación de Mikel González, que se queda una semana más en boxes, aunque ya ha hecho mucho trabajo con el grupo. Grippo, Mikel, Guti y Toquero componen la nómina de bajas por lesión del equipo zaragocista en esta cita.

UN RIVAL INCÓMODO

Así, solo se espera la entrada en el once de Perone para compartir el eje con Verdasca como única novedad con respecto al equipo que ganó al Córdoba, con Zapater completando el rombo junto a Javi Ros, Eguaras y Febas a a la espera de que regrese Guti, que ha estado cerca de hacerlo en Santo Domingo, pero que no ha llegado a tiempo. Lo hará frente al Lugo. Arriba, Borja Iglesias buscará el reencuentro con sus musas, que le han abandonado hasta en los penaltis, ya que solo ha marcado dos dianas, ambas en Pucela, en los últimos 13 partidos, y Pombo querrá seguir siendo decisivo. Que lo está siendo y mucho.

El Zaragoza intentará ganar a domicilio, donde sus números tampoco son para tirar cohetes. Solo tres triunfos y doce puntos en 12 salidas. No es fácil vencer en Santo Domingo y el Alcorcón ya enseñó de lo que es capaz en la primera vuelta, al imponerse en La Romareda. El equipo de Julio Velázquez ha fichado más que el Zaragoza en este enero, hasta cuatro jugadores, con vistas a lograr el objetivo de la permanencia. Han llegado Eddy, Mateo, Asdrúbal y Pablo Vázquez y solo el primero no estará hoy por lesión. Mientras, solo se ha marchado el extremo Dumitru.

A priori, el Alcorcón ha dado un paso adelante en su nivel buscando la salvación. Es un equipo ordenado e intenso y que tiene velocidad arriba con Álvaro Peña, Jonathan Pereira, Sangalli o Álvaro Giménez. El Zaragoza deberá tener mucho cuidado con la presión del rival en un campo de los menos atractivos de la categoría de plata. Sin embargo, las victorias con el mono de trabajo valen lo mismo que las otras. Y el Zaragoza necesita de muchas, empezando por la de hoy, muy valiosa para empezar a huir de verdad del peligro.