La visita del colista de la Liga, como lo era y sigue siendo el Calpe, suele generar de manera automática oportunidades para los menos habituales o para los más jóvenes --si es que ambas circunstancias no coinciden-- en forma de minutos sobre la pista. Ayer también ocurrió así, pero no con algún chaval de la cantera, o con una nueva joya por descubrir, sino con dos integrantes de la primera plantilla que, por diversas circunstancias, se habían alejado de la titularidad y habían perdido importancia en el juego del CAI. De inicio, Oscar Quintana le dio la titularidad a John Brown, cuyo rendimiento había sido cuestionado públicamente por el propio técnico. En La Palma, el propio jugador pidió no ser alineado en el quinteto inicial y la eclosión de Asier García le relegó aún más.

Buen arranque

"Lo importante es que se sienta cómodo. No me importa que salga desde atrás", dijo Quintana al acabar el partido. El norteamericano mostró su mejor cara al inicio del partido al comenzar como máximo anotador (cuatro de los diez puntos del CAI eran suyos) y se mostró activo y dentro del encuentro en todo momento. Sus mejores minutos llegaron tras el descanso. Su buen quehacer defensivo fue una de las razones por las que el CAI logró marcharse en el marcador y, casi, sentenciar el partido. Junto con Antonio Reynolds formó un muro bajo el aro que impidió al Calpe capturar rebotes ofensivos y forzar segundas jugadas que le habían dado la ventaja inicial.

Jesús Cilla había comenzado bien la temporada, pero su participación se fue diluyendo hasta desaparecer por completo. En el choque contra Los Barrios de hace tan sólo dos jornadas, el aragonés permaneció en el banquillo los 40 minutos. Poco jugó hace siete días en Orense. Ayer no fue titular, pero su actitud le mantuvo enganchado al encuentro desde el principio. No paró de animar, gritar y aplaudir a sus compañeros desde la banda hasta que tuvo la oportunidad de salir a la cancha.

No puede decirse, como de ninguno, que su actuación fuera brillante, pero dentro del mal partido del CAI destacó la aportación de Cilla, que se llevó como recompensa la ovación del público cuando se retiró a poco del final. La razón de los aplausos era evidente, porque el aragonés encestó todo lo que lanzó, cuatro canastas de dos y dos tiros libres, además de capturar tres rebotes en algo más de 17 minutos. Su labor también fue destacada por Quintana, que quiso restar importancia al hecho de que Cilla hubiera aparecido poco en los últimos encuentros. "No hay que hacer un drama porque alguien juegue tres minutos un día", dijo el técnico. La visita del colista dejó un triunfo algo feo pero importante y, sobre todo, certificó la integración en el equipo de John Brown y Jesús Cilla.