Es ya una rutina. El Casademont Zaragoza sale a la pista, tantea, ajusta, cambia aquí y allá, el partido se mantiene igualado, un tira y afloja, hasta que llega un momento en el que el equipo se va. En un visto y no visto. Y ya no lo pilla nadie. Su nueva víctima, el Joventut de Badalona, que vio cómo el 53-53 a 16 minutos del final se convirtió en un 53-69 tres minutos más tarde. Otra tormenta perfecta, otro partido al bolsillo (72-93) y ya son 14 victorias esta temporada. Y una inercia que no cesa, que no frena nadie. Ni el máximo anotador de la Liga, un Prepelic que acabó descalificado, desesperado.

El Casademont lleva haciendo muchas cosas bien mucho tiempo, desde principio de temporada. Pero ahora ha añadido a su repertorio un arma más, que le convierte en un equipo aún más difícil de batir. Ha pasado de no tirar apenas de tres porque era el equipo con peor porcentaje de la Liga, a firmar números ganadores. En Badalona, un 44% de acierto (13/29). Si al elevado ritmo de juego y, por tanto, de posesiones que gasta el Casademont se une un acierto así de tres, el equipo de Porfirio Fisac va a estar siempre muy cerca de los 100 puntos anotados. Y eso es estar siempre muy cerca de la victoria.

Volvió a ser un triunfo colectivo, como siempre, pero cada día le toca destacar a uno. Esta vez a Nemanja Radovic con sus 29 puntos y 8 rebotes. Con su trabajo constante y omnipresente. Estuvo en todas partes y siempre sumando, en defensa, con un rebote, en ataque. Y jugando de cinco muchos minutos porque el Casademont encontró el camino directo a la victoria jugando con pequeños. Hlinason hizo un buen trabajo pero con Radovic como referencia por dentro el equipo jugó sus mejores minutos. El montenegrino, que ya estuvo espectacular en Dijon, batió sus mejores marcas en la ACB con esos 29 puntos y los 32 créditos de valoración.

Con sus jugadores más dinámicos el Casademont frenó a su rival que, durante unos minutos, encontró la vía del triple. Se la negó el equipo aragonés y el Joventut se quedó en casi nada. Prepelic y Omic sostuvieron a su equipo, Zagars quiso aparecer al final, pero no tenían nada que hacer. La Penya acabó como tantos y tantos rivales del Casademont, aturdido, sin saber lo que estaba pasando en la pista. Viéndose superado por un avión sin saber cómo. De esa frustración nació la expulsión de Prepelic.

En el Casademont funcionó casi todo y eso que básicamente jugó con nueve jugadores. La presencia de Krejci y Vázquez fue de seis y cuatro minutos, respectivamente. Estuvo también muy firme en la dirección San Miguel con 10 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias para 22 de valoración. Echó una mano Seeley, generoso siempre en defensa, después de haber pasado un proceso gripal en los últimos días. Anotaron también Benzing y Ennis, que acabó con la cabeza vendada por un codazo involuntario de Ventura pero sin perder la sonrisa. Así gana el Casademont Zaragoza, explotando sus virtudes, sabiendo leer los partidos mejor que su rival. Así gana por 21 puntos en Badalona y conserva la tercera plaza de la ACB. Un día más en la oficina.