Diego Costa vuelve al Atlético para ponerse a las órdenes de Diego Pablo Simeone, aunque solo podrá jugar a partir del próximo mes de enero, dado que no podrá ser inscrito hasta el mercado de invierno próximo debido a la sanción que impuso la FIFA al club rojiblanco de no poder fichar durante un año. Tanto el Chelsea como la entidad madrileña confirmaron ayer que ambas partes han llegado a un acuerdo para el traspaso del jugador, que se cerrará en las próximas horas, cuando el delantero hispano-brasileño pase las pertinentes pruebas médicas. Fimará por la segunda mitad de esta temporada y las tres siguientes. El delantero se declaró en rebeldía, tras un enfrentamiento con Conte y, finalmente, cumple su deseo.

El Atlético pagará al club londinense 55 millones de euros, más otros 10 en concepto de distintas variables. Costa fue fichado en el verano de 2014 por el Chelsea, que pagó su cláusula de rescisión, 38 millones de euros. Acababa de ganar la Liga y disputar al final de la Liga de Campeones con el Atlético de Madrid, que le recupera tres años después para su ataque después de no haber encontrado un punta de recambio plenamente satisfactorio.

Solo Griezmann, que llegó ese mismo año ha cumplido la expectativas. Mandukic, Jackson Martínez y Raúl Jimenéz tuvieron que volverse por donde llegaron, mientras que Fernando Torres, Gameiro, Vietto y Correa siguen en el equipo sin rendir al nivel que se esperaba de ellos, aunque el último ha empezado la temporada con buenos números: tres goles en los cinco primeros partidos de Liga.

Costa, de 28 años, llegará hoy a Madrid procedente de su localidad natal, Lagarto, donde lleva más de tres meses, desde que se negara a incorporarase a la disciplina del Chelsea, que pretendía que se entrenara con su segundo equipo hasta encontrarle una salida. Antonio Conte, el técnico italiano del equipo londinense, le comunicó a través de un mensaje telefónico al final de la temporada pasada que no contaba con él, meses después de la tensión entre ambos.