Ni una mala palabra para nadie, pese a todo. Diego López, el exportero del Madrid y nuevo guardameta del Milan, ha agradecido al club blanco haber podido disfrutar del privilegio de defender sus colores durante casi dos temporadas. Tras haberse despedido de sus excompañeros el domingo pasado en Valdebebas, el meta gallego, una vez formalizado su nuevo contrato con el club lombardo hasta el 2018, ha hecho lo propio este jueves con la afición madridista mediante una carta publicada en la web del Madrid.

"Hace 32 años nací en un pequeño pueblo de la provincia de Lugo, Paradela. Soñaba con ser futbolista, pero lo que nunca llegué a imaginar que que llegaría a jugar en el club de mi corazón, el Real Madrid... Para un canterano volver al club de su vida es lo más grande", dice López, que da las gracias "a dos geniales entrenadores (José Mourinho y Carlo Ancelotti) y a sus respectivos cuerpos técnicos por su confianza, por todo lo que he aprendido de ellos; por darme la opción de competir, que es la esencia del deporte".

Regalo del cielo

Sin hacer ninguna referencia a las circunstancias que han rodeado su salida del equipo blanco tras el fichaje de Keylor Navas, López expresa también su agradecimiento a todos sus ex compañeros, así como a los doctores, fisioterapeutas, utilleros y empleados. "Ha sido un privilegio poder compartir con todos vosotros momentos de gran felicidad... Puedo decir orgulloso que cada minuto en el Real Madrid fue un regalo del cielo", afirma el nuevo portero del Milan.