Diego Milito, que jugó en el Real Zaragoza desde el 2005 al 2007, visitó el pasado fin de semana la capital aragonesa, en la que hizo escala tras presenciar la final de la Liga de Campeones en Madrid. El exdelantero, en la actualidad mánager del Racing de Avellaneda, se mostró «muy feliz» de volver a Zaragoza. «Esta ciudad y este club siempre estarán en mi corazón y en el de la familia Milito por muchas razones», aseguró Diego, que acudió a La Romareda junto a su hijo, nacido en su etapa como jugador zaragocista.

Milito, que intercambió camisetas con Zapater, admitió conservar recuerdos «muy lindos» de su etapa en el club. «Aquí pasé tres años muy lindos y siempre le estaré eternamente agradecido al Zaragoza por habernos dado a mi hermano Gabriel y a mí la posibilidad de jugar juntos. Siempre tendrá un lugar de privilegio en nuestros corazones».

El argentino deseó que el Zaragoza regrese pronto a Primera. «Deseo que vuelva donde se merece y confío a muerte. Tengo mucha fe en que será así».