Al dilema que tiene Gerardo Martino a diario para confeccionar la alineación se le añade ahora el problema de elegir el dispositivo táctico en el que reúne a los once elegidos. El mismo 4-3-3 se dibuja sobre el césped de distinta manera según los futbolistas que lo aplican. Cesc es quien marca la diferencia más sustancial: si él entra en la alineación, Iniesta pasa a ser extremo izquierdo, tan falso como la condición de delantero centro de Leo Messi. Si Cesc no está en el equipo, Iniesta es interior y en la delantera aparecen dos extremos de verdad flanqueando a Messi, sean Neymar, Alexis, Pedro o incluso Tello, cuya última titularidad data del 29 de enero en la Copa.

La suplencia el sábado de Cesc y Neymar abona la idea de que los dos fueran reservados por Martino para la decisiva cita del miércoles en el Calderón. En ese supuesto, más el retorno de Alba, sancionado en la Liga, y la entrada ya de inicio de Bartra por el lesionado Piqué, el Barça repetiría el once de la ida. Con los cuatro pequeños, adelantado Iniesta al extremo izquierdo y desplazado Neymar al lado derecho, imponiendo "las necesidades del equipo" por delante de "los perjuicios individuales". Así justificó Martino el uso de esa opción antes que la de los tradicionales tres puntas, sabiendo que Iniesta y Neymar ocuparían demarcaciones en las que se sienten incómodos.

El transcurso del partido (Diego adelantó al Atlético) le obligó a recurrir a la segunda, que pasaba por la introducción de un extremo que diera profundidad y abriera el campo. Debía eliminar un pequeño y Alexis sustituyó a Cesc. Iniesta y Neymar volvieron a la izquierda. La mejoría experimentada por el Barça y el repligue del Atlético, que fue encogiéndose con los minutos y los cambios que hizo Simeone, invita a inclinarse por ese planteamiento para la segunda mitad de ese partido de 180 minutos. "No hacía falta esa media hora para saber que Neymar se sente mejor en ese lado", dijo Tata.

Ese será el gran misterio del Barça que planeará hasta el mismo miércoles. Solo 5 veces ha optado por la cohabitación de Cesc e Iniesta en la izquierda, con Xavi y Busquets completando la línea. Pero esas 5 veces, en los 24 partidos que se han jugado desde enero, se limitan a los más relevantes: la vuelta de la semifinal de Copa en Anoeta, los dos partidos ante el City en la Champions, la visita al Bernabéu y la ida ante el Atlético.