Los padres de dos jugadores alevines que fueron detenidos el sábado por increpar y proferir insultos racistas hacia el colegiado Mamadou Sow pasarán, previsiblemente, a lo largo de hoy a disposición judicial, se les tomará declaración y el magistrado decidirá si deben continuar detenidos o si, por el contrario, quedan en libertad a la espera de juicio.

Los dos individuos, que están acusados de amenazas y delitos de odio, pasaron la noche del sábado y todo el día de ayer en la Jefatura de Policía. Ambas personas fueron detenidas al término del encuentro que disputaron el Atlético Ranillas B, club en el que jugaban sus respectivos hijos, y el Helios A de Segunda Alevín. Uno de ellos le dijo al colegiado «muy bien pitado, negrito», por lo que se volvió y hubo un forcejeo sin agresiones físicas. Ya en la primera parte el árbitro paró el choque por comentarios despectivos. La Policía Nacional llegó en el descanso, tomó sus datos, pero no fueron detenidos.

Por otra parte, el Atlético Ranillas comunicará por burofax a los dos padres, aconsejados por un abogado, la prohibición de que puedan acceder al recinto deportivo del club.

Además, aunque el Atlético Ranillas anunció que expulsaría a los dos niños, esa medida quedó pausada para estudiar todas las posibilidades, ya que su actitud dentro y fuera del campo, según fuentes del equipo zaragozano, siempre ha sido ejemplar. De todos modos, no se descarta que finalmente se les retire la licencia federativa.

Otro partido suspendido

El choque entre El Gancho y La Cartuja de Primera Regional fue suspendido en el minuto 60 por un lance del juego que se saldó con una trifulca entre ambos equipos. El colegiado decidió dar por terminado el partido al comienzo de la discusión y no esperó a que se calmara la situación. Ambos clubs coincidieron en que no era necesaria la suspensión.