Como era de esperar no hubo sorpresa en la segunda semifinal del Abierto de Australia y el número uno mundial y gran favorito, Novak Djokovic, eliminó, mejor dicho barrió, al francés Lucas Pouille, número 29 del ránking de la ATP, en un partido muy grato para quien partía de favorito.

El resultado fue de 6-0, 6-2 y 6-2 y ahora Djokovic se enfrentará a Rafael Nadal en lo que ya se podría denominar como la final más esperada a la que el tenista mallorquín llega en extraordinaria forma y sin haber perdido un solo set en todo el torneo.